AGENCIAS
Tras romper el cerco policial que les impedía llegar a Juchitán de Zaragoza, al sur de México, la caravana del Viacrucis Migrante, en cabeza del cura Alejandro Solalinde, saldrá mañana hacia la capital en varios autobuses, para concienciar sobre la situación que viven los indocumentados en el país.
«Mañana salimos. La poderosa Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) contrató los buses, que nosotros pagamos con donativos, y los tienen bajo su responsabilidad. Si el Gobierno quiere detenernos, tendrá que enfrentarse a ellos», dijo a Efe Solalinde.
La salida en autobús se producirá tras varios intentos fallidos de realizar la caravana desde Ixtepec, donde se encuentra el albergue de inmigrantes Hermanos en el Camino, hacia Ciudad de México para concienciar sobre los peligros que los indocumentados corren en su travesía por este país.
Solalinde denunció que en dos ocasiones los propietarios de los vehículos recibieron presiones por parte de las autoridades para que no transportaran a los migrantes «alegando que podrían ser detenidos y acusados de tráfico de personas».
Por este motivo, el contingente integrado por unos 290 migrantes salió el miércoles a pie hacia Juchitán hasta encontrar un fuerte control policial a las puertas de la ciudad.
Horas más tarde, un grupo de maestros formó una valla humana para que los inmigrantes pudieran cruzar el retén instalado por personal de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración (INM), informaron medios locales.
El sacerdote y activista denunció que, de prohibirles el transporte de nuevo, el Gobierno lo haría «en oscurito», fuera de zonas pobladas.
Ante esta posibilidad, el responsable de la caravana alegó que los participantes optarían por la «resistencia civil».
«No permitiremos que nadie maneje los camiones para que los lleve a otro lado, nos vamos a quedar en ellos hasta que pasemos», apuntó.
Asimismo, Solalinde recordó que tienen un recurso pendiente y acudieron al Senado de la República para pedir una respuesta.
«Hasta ahora todo lo hemos hecho legalmente y el que ha hecho un trabajo sucio es el Gobierno. No ha jugado limpio», remarcó.
Por ejemplo, en el operativo de ayer no hubo agentes de migración para la verificación documental, tal y como se suponía, sino fuerzas policiales que pretendían paralizar la caravana, según relató.
El choque, en el que la comitiva presionó hasta romper el operativo policial, se saldó con una decena de heridos leves por golpes de los escudos de los agentes, detalló el cura.
Al respecto, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó el miércoles de que había realizado un operativo para revisar la condición migratoria de unos 100 extranjeros que participan en la marcha, en la que estuvieron presentes defensores de los derechos humanos.
Sin embargo, añadió, «para evitar cualquier confrontación, el INM dio paso libre a los integrantes del llamado Viacrucis».
Solalinde explicó que la caravana es acompañada por integrantes de las Brigadas Internacionales de Paz, de Amnistía Internacional (AI) y de la Cruz Roja de la región.
De seguir con el plan previsto, cuatro autobuses saldrán el viernes de Juchitán de Zaragoza rumbo a la capital del país, donde llegarían por la noche.
El sábado empezarían sus actos, entre los que está reunirse con las representantes de las dos cámaras legislativas cuando éstas tengan sesión, informó el sacerdote.