AGENCIAS
El caso de los niños migrantes que cruzan México no cesa de crecer. Un reporte de la Unidad de Política Migratoria de Gobernación (Segob) indicó que en los primeros ocho meses de este año 15 mil 795 menores fueron presentados ante el Instituto Nacional de Migración (INM) por no poder acreditar su situación migratoria.
La cifra es 167% mayor a los 5 mil 958 casos registrados en 2012 (5 mil 958) y 62% más que los ocurridos en los 12 meses de 2013 (9 mil 727).
El informe también revela que sólo entre junio y agosto de este año se dieron 7 mil 788 casos, casi el mismo número que de enero a mayo, en donde 8 mil 7 infantes fueron asegurados.
Alejandro Hernández, quien integró y redactó el primer informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre secuestro de migrantes, expresó que mientras los factores que condicionan el flujo migratorio en cada nación no sean tratados o, en el mejor de los casos, solucionados es imposible que la oleada de menores se detenga.
Al respecto, el reporte de Segob resaltó que hasta el año pasado eran asegurados 26 menores por día, mientras que este año el promedio se elevó a 65 infantes. El documento agregó que 7 mil 528 menores viajaban solos (48%), de éstos mil 393 tienen entre 0 y 11 años de edad.
Recalcó que 97.8% de los niños son originarios de Honduras (7 mil 665), Guatemala (4 mil 400) y El Salvador (3 mil 330). También hay infantes de países como Ecuador (107), Nicaragua y Estados Unidos (98 registros en ambos casos). Hay además menores de otros 16 países.
Hernández, quien durante cinco años recorrió la ruta migrante y levantó numerosos testimonios para poder elaborar el informe de la CNDH, expuso que los menores han sido expulsados de sus lugares de origen por tres factores determinantes: la situación económica, la violencia y la reunificación familiar.
El experto criticó el discurso de Washington, donde la crisis humanitaria era presentada como una clara prioridad, sin embargo, consideró que la actitud estadounidense iba encaminada sólo al ámbito administrativo y a la falta de recursos, pues el número demanda presupuesto.
Para Hernández dicho discurso derivó en una falsa creencia de que el problema estaba en vías de ser tratado y señaló: “Es ficción esperar que sólo por la inercia esta situación se vaya a resolver”.
Ejemplificó lo anterior con el caso de las campañas que se implementaron en Centroamérica, con el fin de que las personas se abstuvieran de emprender viajes al norte del continente. Esas campañas se limitaron a exponer los peligros a los que se enfrentan en esta travesía, lo que no contribuye a mejorar las condiciones de vida y las necesidades de cada sujeto, es decir, no evita que el flujo migratorio se detenga inmediatamente. “Si las causas están ahí las consecuencias también”, agregó.
El informe de la Unidad de Política Migratoria establece que son cinco los estados en dónde más menores migrantes han sido asegurados y suman 73% de los casos. Chiapas ocupa el primer lugar, con 5 mil 731 casos, es decir, una tercera parte del total; le sigue Veracruz, con 2 mil 938; Tabasco, con mil 792; Oaxaca, con mil 132, y Tamaulipas, con mil 96 registros.
Le siguen Puebla con 318 casos; Sonora, con 290; San Luis Potosó, con 281; Campeche, con 254; Chihuahua, con 246, y el Distrito Federal, con 238, entre otros. Colima es la única entidad donde no ha habido aseguramientos de este tipo.
Alejandro Hernández enfatizó la importancia de un análisis macro y sobre todo micro, ya que un ángulo humanitario podría revolucionar el enfoque que poseen los gobiernos que suelen tratar el tema migratorio como estadísticas y en términos mediáticos. “Cada vida se pone en riesgo, no sólo pensando en la muerte, sino también en situaciones en donde los niños son sometidos a trata, son vidas que también se pierden”.