AGENCIAS
El sacerdote católico Alejandro Solalinde pidió el jueves a las autoridades mexicanas en Los Angeles que permitan el paso de ayuda humanitaria que organizaciones de este lado de la frontera llevan a migrantes en México.
«Queremos solicitar especialmente al gobierno de México a través del consulado de México en Los Angeles que de todas las facilidades para que entre la ayuda humanitaria para nuestros albergues y para que garantice la seguridad», dijo el fundador y director del albergue «Hermanos en el Camino», en el estado de Oaxaca. «Esto no es una petición, es una obligación que tiene el estado mexicano, es una obligación constitucional … que tiene que hacerla, así que pedimos que cumpla con su responsabilidad».
Solalinde, conocido por su activismo en favor de inmigrantes centroamericanos en México, hizo su pedido ante un funcionario del consulado, luego de dar una conferencia de prensa.
Según Estela Jiménez, voluntaria de Angeles Sin Fronteras, organización que ayuda a inmigrantes en la frontera mexicano-estadounidense, activistas tienen problemas desde hace varios años en pasar ropa, provisiones y otro tipo de ayuda humanitaria hacia México a través de la frontera.
«Todo el tiempo nos confiscan la ropa. A veces, lo mejor que hacen es que sólo no nos dejan pasar las cosas», dijo la activista.
En los últimos dos meses, Solalinde ha visitado Texas, Nueva York y otros estados en una misión para unificar esfuerzos con organizaciones pro inmigrantes y así ayudar mejor a migrantes en México.
«Así como se ha organizado la red del capital financiero para sacar provecho de los migrantes … así también existe la red que se va armando de solidaridad con todas las comunidades, organizaciones y personas de la sociedad civil de México, Centroamérica y Estados Unidos», dijo el religioso.
La visita del sacerdote ocurre después de que el gobierno mexicano comenzó a resguardar la ruta de trenes hacia el norte, conocida como La Bestia, y otras vías de migración de centroamericanos hacia Estados Unidos.
Desde entonces, agregó Solalinde, la migración de centroamericanos ha bajado considerablemente. Por ejemplo, dijo que en su albergue ahora llegan alrededor de 300 migrantes al mes, mientras que antes llegaban más de 3.000.
Para evadir a las autoridades, los migrantes ahora están usando unas 10 o 12 rutas alternas, algunas de las cuales son más peligrosas pues cruzan pantanos y montañas, agregó. También dijo que están investigando presuntos operativos y redadas que se están realizando alrededor de albergues en México.
«Yo tengo poca fe en lo que los políticos de Estados Unidos o México puedan hacer por los inmigrantes pero lo que sí sé es que los inmigrantes tienen su propia dinámica. Ellos no van a parar. Con leyes o sin leyes, con reforma migratoria o no, de todos modos, van a seguir el efecto natural de haberle destruido sus lugares de origen. Ellos tienen que salir a donde hay algo y donde ven que hay es aquí, por eso nada ni nadie los va a detener», puntualizó.
En los próximos días, el padre participará en una conferencia con escolares, en un foro comunitario y otras actividades, incluyendo una ceremonia de El Grito de Independencia de México en un parque de Los Angeles.