AGENCIAS
Los republicanos de la Cámara de Representantes desvelaron hoy las líneas maestras de su plan para tratar de acabar con las acciones ejecutivas en materia migratoria del presidente Barack Obama, incluida la conocida como Acción Diferida (DACA) puesta en marcha en 2012.
Los conservadores presentaron hoy un proyecto de ley cuyo objetivo es tumbar las decisiones unilaterales sobre inmigración tomadas por el mandatario, supeditándolas al presupuesto destinado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), encargado de ejecutarlas.
Las medidas migratorias estarían vinculadas al proyecto de financiación del DHS para el año fiscal 2015, valorado en unos 39.700 millones -400 millones más que en 2014-, ya que solo cuenta con presupuesto hasta el 27 de febrero próximo.
Después de una semana de reuniones privadas y discusión interna, el plan presentado va mucho más allá de lo que el liderazgo republicano había previsto, lo que supone una victoria más para el ala ultraconservadora del partido.
La propuesta no sólo ataca las últimas acciones ejecutivas de Obama anunciadas en noviembre, sino que además pretende poner fin a la orden que ha evitado que cientos de miles de jóvenes inmigrantes indocumentados sean deportados, así como una serie de memorandos que la Administración implementó modificando los requisitos para aquellos que deban ser objeto de deportación.
«En lugar de mejorar la acción ejecutiva del presidente Obama para mantener a las familias unidas, los republicanos de la Cámara de Representantes prefieren arriesgar un cierre parcial del gobierno federal y prefieren dedicarse a juegos políticos con la seguridad de nuestra patria», dijo Jorge Aguilar, director para medios hispanos de la líder de la minoría demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi.
Aguilar subrayó además que dejar sin fondos al DHS también pone en riesgo para el país, ya que son sus agencias las encargadas de velar por la seguridad nacional y evitar cualquier amenaza terrorista.
Jorge Silva, asesor para medios hispanos del líder demócrata del Senado Harry Reid, cargó las tintas específicamente contra el representante Steve King, uno de los legisladores que ponen cara al lado más antiinmigrante del Partido Republicano.
«Es perturbador que las discusiones del liderazgo republicano de la Cámara de Representantes ahora incluyan a un individuo que estuvo vinculado a un grupo supremacista blanco, y a un individuo que comparó a los inmigrantes con perros y acusó a los DREAMers de traficar drogas y tener ‘pantorrillas del tamaño de melones'», dijo Silva.
El plan republicano contempla también que las huellas dactilares de cada persona fichada por la policía se cotejen con las bases de datos de Departamento de Seguridad Nacional, lo que incrementaría de manera drástica los procesos de deportación.
De todos modos, parece poco probable que el proyecto de ley pase el escrutinio en el Senado, donde pese a haber una recién estrenada mayoría republicana, los demócratas continúan teniendo un gran peso por su cuota de asientos.
No obstante, aunque la cámara alta aprobase el texto, Obama ya advirtió de que vetaría cualquier ley que pretendiese tumbar sus acciones ejecutivas en materia migratoria mediante las cuales millones de indocumentados evitarán el riesgo a ser devueltos a sus países en los próximos años.
Por su parte, Frank Sharry, director ejecutivo de la organización proinmigrante America’s Voice, criticó al liderazgo republicano de la cámara baja por permitir que los congresistas más cercanos al Tea Party lograsen modificar su propuesta, y advirtió que la medida tendrá consecuencias para los conservadores entre los votantes hispanos de cara a las elecciones presidenciales de 2016.
La votación del texto se espera que tenga lugar a principios de la semana próxima, antes de que los republicanos partan para sus jornadas de retiro a una localidad en el estado de Pensilvania.