El presidente, Barack Obama, animó hoy a los inmigrantes indocumentados a perder el miedo a salir de la sombra y presentar sus credenciales para acogerse a los beneficios derivados de la Acción Ejecutiva que dictó en noviembre para detener temporalmente las deportaciones de ciertos inmigrantes.
En un discurso pronunciado en Nashville (Tennessee), el mandatario defendió las medidas que evitarán la deportación por tres años a 5 de los 11 millones de indocumentados que se calcula que hay en el país, antes de contestar a las inquietudes de inmigrantes reunidos en el centro comunitario Casa Azafrán.
«Vamos a sacar de las sombras a más inmigrantes indocumentados -subrayó- para que puedan vivir cumpliendo las normas», ya que, según las medidas ejecutivas, tendrán que superar una prueba de antecedentes penales y pagar impuestos para incorporarse al sistema económico del país con un permiso de trabajo temporal por tres años.
Obama rechazó que se trate de una «amnistía», como lo denominan algunos republicanos, porque el Gobierno federal también aporta recursos a los agentes de la ley en la frontera para que detengan la inmigración ilegal y deporten a quienes crucen de forma irregular.
La diferencia, enfatizó, está en que las fuerzas de seguridad se van a centrar en perseguir a «aquellas personas que suponen un riesgo en nuestras comunidades: malhechores en vez de familias, criminales en vez de niños», dijo ante un público que asintió en apoyo al mandatario.
Las medidas beneficiarán, sobre todo, a padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales y demuestren haber estado en el país desde antes de enero de 2010.
Además, se extenderá el programa de Acción Diferida (DACA), decretado por Obama en 2012 para evitar la deportación de jóvenes que llegaron al país cuando eran menores, del que se beneficiarán aquellos que entraron en Estados Unidos antes de enero de 2010 con menos de 16 años de edad.
Nashville, una ciudad conocida por la música country, también es una de las localidades con mayor crecimiento de población inmigrante en el país, con ciudadanos de Nepal, Laos, México o Bangladesh.
También alberga la mayor comunidad de kurdos, recordó el presidente, que aseguró que «dar la bienvenida a los inmigrantes nos beneficia a todos».
Obama aseguró que sigue creyendo que la mejor forma de arreglar el sistema migratorio de forma definitiva es una ley aprobada por el Congreso, antes de dejar el podio, quitarse la chaqueta, remangarse la camisa y sentarse en un taburete para atender a las inquietudes de los presentes.
Uno de ellos, eel activista Salvador Cervantes, le preguntó que hará el Gobierno para establecer la confianza entre aquellos inmigrantes que temen inscribirse en el programa.
«Voy a trabajar con usted y con otros activistas aquí para asegurarnos de que esto es posible, tenemos que hacer esto juntos», replicó el presidente.
Obama destacó que el proceso de registro para aquellas personas que cumplen con los requisitos es una acción «de peso» para poder trabajar, pagar impuestos y, cuando se apruebe una ley en el futuro, tendrán «pruebas» de que han realizado el proceso, lo que consideró que podría facilitar la solicitud de un estatus legal permanente.
En cuanto a por qué no extendió estos beneficios a los padres de los jóvenes beneficiarios del DACA, un plan que ha evitado desde su entrada en vigor la deportación de más de 580.000 jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños, dijo tener también «limitaciones» en su autoridad ejecutiva.
Esta es la segunda visita a Nashville que realiza Obama este año, pues en enero, a pocos días de pronunciar el discurso del Estado de la Unión, fue a la escuela secundaria McGavock High School, que cuenta con alto número de estudiantes procedentes de decenas de países.
La comunidad hispana actualmente representa cerca del 10 % de la población de Nashville, que en 2012 se convirtió en la ciudad con el más rápido crecimiento de inmigrantes en todo el país, y en septiembre de este año su alcalde, Karl Dean, creó la oficina de Nuevos Americanos, para favorecer la integración.
El grupo Welcoming America señaló en un comunicado que Nashville es un ejemplo de integración con la comunidad inmigrante que ha pasado «de un ambiente tóxico a uno que acoge a los inmigrantes y ha recogido los beneficios económicos de eso», ya que poseen el 13,9 por ciento de los pequeños empleos.