AGENCIAS
Estados Unidos defendió hoy ante el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura (CAT) el trato que da a unos 68 mil niños migrantes solos, muchos de los cuales son llevados a centros de detención, al asegurar que están en “lugares sanos y seguros”.
Una delegación del gobierno estadunidense, liderada por el subsecretario para Derechos Humanos, Tom Malinowski, y por el embajador Keith Harper, respondió a los cuestionamientos sobre el tema realizados por los expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Ginebra.
Los funcionarios estadunidenses aseguraron que los niños migrantes que llegaron solos a Estados Unidos fueron trasladados a un “lugar sano y seguro, en donde se garantiza su asistencia, mientras se realiza su registro”.
Señalaron que es responsabilidad del gobierno estadunidense de regresar con seguridad a sus países de origen a las personas que cruzaron la frontera de forma ilegal y que no presentaban una demanda de protección viable.
Reiteraron que en el caso de los menores son llevados a refugios por un tiempo razonable mientras se gestiona el regreso a su país de origen.
Además, se les ofrece la oportunidad de entrevistarlos sobre las razones de miedo que puedan tener en contra de ser repatriados, indicaron.
El miércoles y jueves, el CAT cuestionó severamente la política migratoria de Estados Unidos respecto a los niños que cruzan solos la frontera en busca de cielos seguros.
El relator para el informe de Estados Unidos, Alessio Bruni, calificó de “dramática” la situación que viven “68 mil menores inmigrantes detenidos y que provienen en especial de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, y que entraron a Estados Unidos tratando de huir de una vida de violencia y abusos”.
Bruni argumentó que a pesar de la explicación del gobierno de Washington ofrecida al Comité, un gran número de menores son expulsados “de manera inmediata”.
Jens Modvig preguntó por su parte sobre las denuncias de abusos sexuales a menores en los centros de detención y pidió datos al respecto.
La experta Sapana Pradhan-Malla, miembro del Comité, demandó datos más precisos de las investigaciones a funcionarios de centros de detención por supuesto abuso sexual a inmigrantes, y cuántos procesos siguieron.
Estas preguntas no fueron contestadas en la sesión, pero el gobierno estadunidense aseguró que responderá por escrito a estas y a otras inquietudes expresadas por el Comité que no fue posible abordar.
La sesión de este jueves, transcurrió en una atmósfera distinta al de otros exámenes que el CAT ha efectuado a otros países suscritos a la Convención debido a que en la sala se encontraban los padres de Michael Brown, el adolescente afroamericano que fue asesinado por un policía de raza blanca en Ferguson, Missouri.
En este sentido, Modvig expresó su preocupación por la militarización de la policía de ese país y el uso excesivo de la fuerza, refiriéndose a una cantidad importante de casos cerrados sin imputar.
“Cómo van a garantizar la rendición de cuentas para los perpetradores (…) y cómo van a garantizar justicia para Michael Brown cuyos padres están aquí presentes”, lanzó el experto de la ONU.
Los padres de Brown se reunieron el miércoles a puerta cerrada con miembros del Comité para exponer el caso de su hijo y la discriminación de la que aún son objeto los afro-descendientes que residen en Estados Unidos, en especial los de escasos recursos.
Los Brown, en un encuentro con periodistas, clamaron justicia y pidieron que el asesino de su hijo sea acusado, al argumentar que la vida de Michael tiene el mismo valor que la de cualquier persona de rasgos anglosajones.
En la sala, mientras los expertos de la ONU evaluaban el desempeño de Estados Unidos respecto al tema de la tortura, varios manifestantes provenientes de Ferguson, quienes vestían camisetas negras, se mantuvieron de pie durante la sesión con el puño en alto y mostrando fotografías del joven, una escena poco común en las sesiones del CAT.