Leticia Sánchez, una jalisciense de piel color cobre y cabello largo negro intenso, se convirtió en la primera mexicana en recibir un acta de nacimiento expedida en Estados Unidos —que anteriormente sólo podía ser gestionada en oficinas de México—, y que para la comunidad migrante ese trámite se había convertido en un verdadero martirio.
Originaria de un pequeño municipio llamado Huescalapa, Leticia salió de México acompañada por su esposo Amador en 1991. No olvida la fecha: se aventuraron a cruzar por Tijuana un 30 de julio.
Pero en Estados Unidos un migrante no es nadie. Ni de aquí ni de allá; nada los identifica, “o ¿cómo saben que eres tú?”, dice. Hasta este jueves la única forma de conseguir una acta de nacimiento, era mediante familiares radicados en México —algunos aislados en las sierras o lugares incomunicados—, a quienes se les pedía que hicieran largos recorridos para tramitar el documento.
Sin embargo, desde ayer todos los consulados y embajadas mexicanas tienen la facultad para tramitar el acta.
El documento fue entregado por el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), José Antonio Meade, quien encabezó la ceremonia de entrega en el consulado en Santa Ana, California.
El resto de las 50 oficinas consulares de EU también comenzaron a emitir las actas, un servicio gubernamental que podría beneficiar a más de 12 millones de mexicanos.
A partir del anuncio de la acción ejecutiva migratoria del presidente Barack Obama la necesidad de actas de nacimiento se ha incrementado en el vecino país, al ser uno de los principales documentos solicitados para iniciar cualquier proceso de regularización migratoria.
También es necesario para la expedición de licencias de manejo, como en el estado de California, donde a partir de este año ya es posible que migrantes indocumentados obtengan su permiso para conducir.
Esto ha duplicado la carga de trabajo en consulados de comunidades con alta concentración de mexicanos como Santa Ana.
Las nuevas instalaciones cuentan con el doble espacio que el edificio anterior y cuatro veces más capacidad de atención.
Durante su discurso, el secretario de relaciones exteriores de México, José Antonio Meade, consideró de gran importancia la entrega de la primera acta de nacimiento, en uno de los puntos donde se encuentran los mexicanos y no donde se registraron.