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Alejandro González Iñárritu se consolidó el domingo como el director del año en los Oscar, llevándose también el premio al mejor guión original por su sátira sobre la industria del espectáculo, «Birdman».
El realizador mexicano, evidentemente emocionado, le agradeció al equipo y elenco de su cinta, incluyendo a sus coguionistas Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris Jr. y Armando Bo, y al director de cinematografía Emmanuel Lubezki, quien también resultó ganador.
«¡Guau! El recorrido de ‘Birdman’ comenzó hace tres años, cuando le pedí a Nico, Alexander y Armando que me siguieran… Ellos lo hicieron porque están locos y juntos escribimos ‘Birdman’, y por eso siempre les voy a estar agradecido», dijo el director en inglés al recibir el premio al mejor guión.
«Un saludo a todos mis compatriotas mexicanos», añadió en español al aceptar la estatuilla al mejor director.
Lubezki se alzó con su segundo Oscar consecutivo, tras haber ganado el año pasado por «Gravity», de su compatriota Alfonso Cuarón.
«Esto es extraordinario», dijo el apodado «Chivo», quien estaba nominado por séptima ocasión. «Quiero compartir especialmente este premio con mi amigo Alejandro González Iñárritu, por su curiosidad, su pasión y su amistad», añadió tras haber abrazado al realizador al escuchar su nombre, antes de subir al escenario.
La ceremonia de los premios Oscar, en su 87 edición, comenzó con un refrescante número musical encabezado por el anfitrión, Neil Patrick Harris en el que participaron Anna Kendrick y el comediante Jack Black. Fue un homenaje al cine hecho a semejanza de un show de Broadway, donde Patrick Harris ha sido en varias ocasiones maestro de ceremonias de los premios Tony.
Más tarde el actor se dio tiempo para parodiar a «Birdman» caminando en calzoncillos hasta el escenario, donde había un muchacho tocando la batería, emulando una de las escenas de la película de González Iñárritu. Al encontrarse con el joven le dijo «ese no es mi tempo», en referencia a la frase del tenebroso profesor de Simmons en «Whiplash».