Su nombre se ha convertido en sinónimo de polémica y su comportamiento, que hasta ahora solo parecía tener repercusión entre sus seguidores y la opinión pública, le está pasando con el paso del tiempo una factura más costosa.
- Los problemas comenzaron durante la pasarela Paris Fashion Week celebrada a primeros de octubre, donde tras el desfile de su firma Yeezy llevó una prenda con el mensaje White Lives Matter (La vida de los blancos importa), una distorsión del lema Black Lives Matter que se convirtió en bandera contra el racismo en 2020 en Estados Unidos.
El movimiento nació tras la muerte de George Floyd, que se encontraba bajo custodia de la policía cuando perdió la vida, un caso que se ha convertido en punto de inflexión en la lucha contra los abusos de las fuerzas de seguridad en el país. En este sentido no solo la prenda que vistió West levantó ampollas, sino que además insinuó luego en varios mensajes que la muerte de Floyd se habría debido a sustancias prohibidas.
- La familia del fallecido reaccionó de inmediato anunciando una demanda por difamación contra West, al que reclama 250 millones de euros por hacer estas declaraciones. Cantidad que es solo la punta del iceberg pues West, lejos de calmar el ruido mediático de esta afirmación, siguió utilizando sus perfiles para hacer comentarios en referencia a la comunidad judía.
- Estos ataques no solo ocasionaron el cierre de sus cuentas sino el final de su lucrativa sociedad con la firma deportiva Adidas. A través de un comunicado, esta anunció que cesaban su relación con el músico debido a su comportamiento.
Escuchándole en el podcast de Drink Champs hace unos días, él no se esperaba estas consecuencias. “Adidas no puede dejarme” aseguró, algo que ahora se ha demostrado falso.
“En Adidas no toleramos el antisemitismo ni ningún otro tipo de discurso de odio, los comentarios de Ye son inaceptables, odiosos, peligrosos y violan los valores de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad que promovemos”, señalan. No es este el único acuerdo que ha perdido el rapero, que se hace llamar Ye, pues Adidas es la tercera marca que quiere desvincularse de él: GAP y Balenciaga ya lo han hecho.
La relación de West con Adidas se remontaba a 2013, cuando crearon una sociedad que se renovó tres años después calificándose la alianza como “una de las más importantes de la firma”.
- Esta ruptura es perjudicial para ambas partes. En el caso de Adidas, obtenía entre un 4 y un 8% de su ventas de los productos de Yeezy, según apunta Forbes (con datos del banco de inversión Cowen).
Sus acciones ya han bajado más de un 4% y la compañía calcula en 250 millones de euros lo de perderá de negocio tras romper con el rapero. El patrimonio de West disminuye en unos 1.500 millones de euros, por lo que se estima que ahora su fortuna se queda en unos 400 millones de euros (cabe destacar que nunca ha estado de acuerdo en las valoraciones que ha hecho Forbes sobre su patrimonio, asegurando que las consideraba bajas).
A la fuga de las firmas se une la reacción de la productora MRC, que dice que no emitirá un documental que tiene preparado sobre él, y la de la agencia de talentos con la que trabajaba el rapero, CAA, que tampoco quiere volver a saber de él. Las polémicas se le acumulan casi con la misma rapidez con la que se acaban sus relaciones laborales… y también personales.
- En estas últimas semanas, no solo le han llovido las críticas de cientos de rostros anónimos sino también de otros conocidos, fans de su marca, a quienes no han sentado bien sus últimas elecciones (por ejemplo, Jaden, hijo de Will Smith, y la periodista estadounidense Gabriella Karefa-Johnson).
- En los últimos meses se ha enemistado además con su exmujer Kim Kardashian, con quien parecía que había logrado una relación cordial por el bien de los hijos que comparten: los ataques que dedicó al cómico Pete Davidson, que salía con la socialité y a ella misma, han dolido mucho a Kim.
«El divorcio ya es lo suficientemente difícil para nuestros hijos como para que la obsesión de Kanye por tratar de controlar y manipular la situación de manera tan negativa y pública le cause más dolor a todo. Me entristece que él continúe haciéndolo imposible a cada paso que damos» ha dicho la empresaria.
En 2016 y en 2019 Kanye West ya habló públicamente de los problemas de salud mental con los que lidia, pues sufre un trastorno bipolar que le ha obligado en ocasiones a alejarse del foco público./Agencias-PUNTOporPUNTO