La eyaculación femenina o squirt genera gran controversia entre los expertos, es un territorio relativamente moderno de estudio. Hay muchas especulaciones al respecto debido, en gran medida, a su alta difusión entre el contenido pornográfico.
La eyaculación a lo largo de la historia
Desde hace tiempo algunas mujeres pueden producir con sus genitales cantidades notables de líquido. En algunos casos, durante la excitación sexual y/o el orgasmo la expulsión se produce con tanta fuerza que pareciera un chorro de agua.
- Hipócrates y el mismo Kamasutra hacían referencia en sus escrituras al «semen» femenino. El médico griego pensaba que este líquido ayudaba a crear niños y el manual indio sobre sexualidad contenía una descripción detallada de cuándo debería esperarse y por qué.
- En el siglo XVII, el anatomista holandés Regnier de Graaf escribió un innovador tratado sobre los órganos reproductivos femeninos. En él hay una descripción del líquido y lo vincula a una zona erógena dentro de la vagina que se parece mucho a la próstata masculina, explica el texto.
Pero todavía no está claro cuántas de nosotras somos realmente capaces de tener una eyaculación de este tipo. Con chorro incluido.
- Estudios recientes estiman que entre un 10% y un 54% de mujeres la han experimentado.
Squirting y la eyaculación
La eyaculación se conoce de desde 2015, cuando un equipo de investigadores del hospital Parly II de Le Chesnay (Francia) profundizó en esta consecuencia del orgasmo femenino que tanta confusión y discusión provoca respecto a las mujeres.
Para la investigación, los científicos realizaron un experimento compuesto por siete mujeres capaces de hacer squirting a voluntad. Esta práctica suele considerarse sinónimo de eyaculación femenina, pero ciertos profesionales prefieren hacer una distinción entre ambas.
- La aclaración que se suele hacer es que la eyaculación femenina es la expulsión de una pequeña cantidad de líquido blanquecino similar al semen que se forma en las glándulas de Skene o glándulas uretrales,
- Mientras que el squirting es la capacidad que tienen algunas mujeres de, en el momento del orgasmo, expulsar un líquido casi incoloro en mayor cantidad y con más presión (squirt – «chorro») pero que está compuesto principalmente, como ya se expuso en el estudio, por orina.
Las mujeres sujeto de estudio entregaron una muestra de orina y, después, una máquina de ultrasonidos que obtiene imágenes de la vejiga mediante ondas sonoras confirmó que la vejiga estaba completamente vacía. A continuación, se pidió a las mujeres que se masturbaran en el laboratorio, durante el tiempo que fuese necesario hasta que alcanzaran el orgasmo. Justo antes de este, se realizaba una nueva ecografía y, posteriormente, se tomaban muestras del fluido expulsado seguidas de un nuevo ultrasonido.
- Los resultados obtenidos entonces revelaron que, a pesar de haber orinado, las vejigas de todas las mujeres se habían llenado por completo, lo que se tomó como una explicación a esa sensación tan común de todas las mujeres de necesitar ir al baño tras completar una relación sexual. Lo sorprendente fue que, en el último ultrasonido, las vejigas de las mujeres aparecían completamente vacías.
- Los análisis confirmaron que el líquido expulsado mediante el orgasmo presentaba varios químicos que se encuentran en la orina, además del antígeno prostático específico. Este antígeno es una proteína que se produce en la glándula prostática en los hombres y en las ya mencionadas glándulas de Skene en el caso de las mujeres y que no se había detectado en las muestras de orina inicial.
El estudio, que en su momento se publicó en la revista ‘The Journal of Sexual Medicine’ permitió “reconciliar la controversia entre los fluidos que muchas mujeres reportan expulsar durante el orgasmo: evidentemente hay dos tipos diferentes de fluidos con dos fuentes diferentes. Ya sea que alguno tenga un papel fisiológico o no (es decir, que cumpla alguna función adaptativa), no se sabe” explicó Barry Komisaruk, de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos, sobre la investigación de 2015 del equipo francés.
Desmitificando la eyaculación en la mujer
Norma Román Urtiz, psicoterapeuta y terapeuta sexual de la Fundación Sexpol, manifiesta que la imagen de la mujer eyaculadora transmitida desde el mundo de la pornografía en la que la cantidad de líquido eyaculado puede medirse en una taza es la menos frecuente.
Por su parte el doctor Francisco Cabello Santamaria, director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, explica que las cantidades varían bastante en las muestras tomadas por distintos autores, desde 50 mililitros hasta lo más habitual, que son unos 4 mililitros. “Pensamos que cuando se eyacula mucho se debe a que por motivos congénitos, las glándulas son más grandes que las de la mayoría”, aclara.
- ¿Cómo se logra? La psicoterapeuta advierte que no hay un método específico para eyacular aunque “se ha estudiado que cuanto más se estimule la zona parauretral, es más probable que aparezca”, y que habitualmente se logra a través de la estimulación de la zona del punto G , que se encuentra alrededor de tres centímetros en la parte anterior de la vagina.
- ¿Es posible eyacular sin tener un orgasmo? Sí, se puede emitir gran cantidad de fluido sin tener un orgasmo, concluye Cabello y matiza, “la gente que habitualmente tiene la sensación de eyacular, suele considerar que cuando el placer es mayor se eyacula de forma más intensa”.
¿Qué se sabe de este líquido?
Según Cabello, el líquido se acumula a medida que la mujer se excita y en el momento del orgasmo, la presión en la zona, sumada a las contracciones orgásmicas, produce la secreción.
La uretra femenina mide 3 cm aproximadamente y en ese espacio hay unas 30 glándulas. El fluido está en lo que “algunos autores denominan la próstata femenina”, compuesta por las glándulas uretrales, parauretrales y el conducto de Skene.
En cuanto a las características, el doctor Cabello señala que este fluido es incoloro, inodoro y no mancha; no se le atribuye un sabor concreto de manera generalizada.
- Al contrario de lo que se puede pensar, no es ni orina ni líquido lubricante. El especialista llevó a cabo una serie de investigaciones en las que se demostró que el fluido contiene antígeno prostático específico (PSA), que hasta ese momento solo se había encontrado en el hombre. Y aclara, al tener la misma composición que las glándulas prostáticas masculinas, las femeninas emiten el mismo PSA.
- Otro de los componentes químicos a destacar es la fosfatasa ácida y añade, “inevitablemente comparte elementos de la orina”, en cualquier relación sexual, tanto los fluidos del hombre como los de la mujer, se mezclan con los restos de orina que hay en la uretra.
Diferencias con la eyaculación masculina. Las diferencias en contenido son muy notables, remarca el sexólogo. El líquido seminal es muy rico en zinc, fructosa y albúmina, elementos que no están presentes en el fluido femenino, que tampoco contiene espermatozoides../AGENCIAS-PUNTOporPUNTO