Desde hace unos años, el squirt femenino ha pasado de ser casi un mito, a algo mucho más común.
- Más visto en el porno que en la vida real, el squirting es uno de los fenómenos más curiosos (y húmedos) del cuerpo femenino… y masculino. Como decíamos al inicio, es imposible pasarlo por alto: cuando alcanza el punto necesario para desatarse, un generoso chorro de líquido transparente (que no huele a nada) se expulsa a través de la uretra. Sí, de donde sale el pis. Pero es en realidad una mezcla de orina y secreciones prostáticas. Es además fácilmente diferenciable de la eyaculación femenina (ojo que también puedes correrte sin tener sexo), que es mucho más espesa, de un claro color blanco y se segrega en pequeñas cantidades lentamente.
Por eso preguntarle a una mujer «¿Te has corrido?» es totalmente innecesario (y muy raro, la verdad. El líquido que se expulsa durante el squirting, sin embargo, es totalmente acuoso y sale como un géiser. No hay manera de confundirlos.
- El squirt masculino, es algo mucho menos conocido, pocos hombres han oído hablar de él y todavía muchos menos lo han experimentado. Pero una vez estás entregado, puedes volverte un experto. Empecemos por las definiciones:
Qué es el squirt masculino
El squirt masculino se define como la expulsión por el pene de un chorro de un líquido acuoso, formado por orina y una parte de líquido prostático, aunque no semen, y que produce mucho placer. El placer se extiende durante bastante tiempo, aunque sin llegar al pico de un orgasmo.
Tanto en el hombre como en la mujer, la expulsión de este líquido se produce gracias a una hormona llamada vasopresina, que es la encargada de regular la retención de líquidos en nuestro cuerpo y de avisar a nuestro cerebro de que nos estamos haciendo pis. Cuando una persona se ve expuesta a una situación de mucho placer durante un corto periodo de tiempo, esta hormona se descontrola, haciendo que la orina salga sin control de nuestra vejiga y se produzca el squirt.
Técnicas para provocar el squirt
1.- Palma sobre el glande: La periodista especializada en sexualidad Noemí Casquet cuenta, en uno de sus vídeos en los que trata el tema del squirt masculino, cómo el actor porno Nacho Vidal le explicó una técnica que él había probado para conseguirlo.
Se trata de un método bastante extremo, como muchas de las cosas que rodean al actor valenciano, y que consiste en que, una vez que el hombre ha experimentado un orgasmo y eyaculado, hay que colocar la palma de la mano sobre el glande y frotar fuertemente. La sensación sería tan sumamente potente que provocaría el squirt (quizá simplemente para pedir compasión).
2.- Estimulación circular: Si no te atreves con la forma anterior, que quizá es un poco para avanzados, siempre puedes apostar por estimulaciones potentes, pero algo más asequibles. Se puede optar, por ejemplo, por una estimulación manual en la que deberíamos centrarnos sobre todo en el glande, estimulando suavemente al principio cerrando la mano alrededor de la punta del pene, y realizando un movimiento circular.
Conforme la velocidad aumente, es posible, aunque no seguro al 100% que el hombre alcance el punto de excitación necesario como para que se provoque un squirt.
3.- Vibradores masculinos: Cuando hablamos de placer masculino, ante nosotros se extiende un amplio horizonte cargado de posibilidades si hablamos de juguetes sexuales. Otra opción muy válida para el squirt masculino es realizar esta estimulación del glande utilizando algún tipo de masturbador masculino o un vibrador, siempre centrándose en el glande.
Qué pasa si no puedo llegar al squirt
En el caso de que realices todas estas técnicas y no consigas tu squirt, no te agobies. Tanto entre los hombres como entre las mujeres, no todas las personas pueden o les cuesta mucho más que a otras. Pase lo que pase, lo importante es que disfrutes del sexo independientemente del resultado final, porque una de las cosas más maravillosas que tienen las relaciones sexuales es que es posible hacer que el proceso sea tan placentero como la explosión final./Agencias-PUNTOporPUNTO