Considerada una de las zonas más placenteras de la anatomía femenina, el punto G debe su nombre al apellido de su descubridor, Ernst Gräfenberg. A comienzos de los años sesenta, este ginecólogo alemán describió durante sus investigaciones una pequeña zona en la pared anterior de la vagina que, al ser estimulada adecuadamente, hace que la mujer alcance rápidamente un orgasmo que suele ir acompañado de la emisión de un líquido parecido al seminal.
Hoy en día ya nadie duda de su existencia, sigue habiendo muchas personas que no saben cómo estimularlo.
¡No, el punto G no es ningún mito! Quien lo ha estimulado, sabe el inmenso placer que puede llegar a proporcionar, pero primero hay que saber qué es y cómo buscarlo, ya que, para muchas mujeres, no es tarea fácil encontrarlo. Puedes empezar con su incesante búsqueda con algunas de las posturas del kamasutra o aprender un poquito más de esta zona erógena en este artículo para descubrirlo tú misma con tus propias manos…
Punto G: una zona de placer intenso
Si bien el punto G es más o menos sensible, su potencial erótico tiene que trabajarse. Una vez localizado, y estimulado, el punto G permite acceder a un placer:
- Más intenso,
- Más voluptuoso,
- Más largo que un orgasmo clitoriano.
Al contrario de lo que algunas personas puedan pensar, el punto G y el clítoris no son lo mismo.
El clítoris es como una bolita que se ubica encima de la entrada de la vagina. El punto G se puede identificar ya dentro de la vagina. Si introduces el dedo, donde hay que palpar una especie de bultito que en su superficie tiene como unos pequeños gránulos. Al estar más profundo, es algo más difícil que encontrar.
Por eso, se recomienda masturbarse y darse placer para conocerse a una misma.
Cómo encontrar el punto G
El punto G se sitúa en la pared anterior de la vagina, detrás del hueso del pubis. En general, está “a mitad de camino” entre la entrada y el fondo de la vagina, a unos 4 cm de la entrada. Pero como cada mujer es única, se puede encontrar justo a la entrada o al fondo.
Para guiar a tu pareja para que proporcione placer, resulta útil que sepas donde se encuentra esta zona erógena.
- Puedes ir a su encuentro introduciendo un dedo en tu vagina.
- A unos 4 cm encontrarás una zona menos lisa, más bien rugosa.
- Al frotar esta zona un cierto tiempo, sentirás ganas de orinar.
- La piel se hincha y endurece debido al flujo de sangre: es el punto G.
Según las mujeres, esta estimulación puede resultar agradable de forma espontánea o conseguirse con el paso del tiempo.
Cómo estimular el punto G sola o con tu pareja
- El punto G es más sensible si antes se estimula el clítoris. Sola o con tu pareja, repite el ejercicio precedente o guía su mano y su dedo. Esta zona debe ser excitada de forma más prolongada y más intensa que el clítoris, en movimientos de vaivén o movimientos circulares.
- Si utilizas un juguete sexual, elígelo con extremos curvados. También puedes elegir los que ofrecen una doble estimulación, del punto G y del clítoris.
- Existen posturas favorables para alcanzar el orgasmo gracias al punto G. Por detrás, el hombre puede alcanzar fácilmente la parte anterior de la vagina. Si te pones encima, acostada sobre tu pareja, puedes dirigir el movimiento y la dirección del pene: para ello échate ligeramente hacia atrás.
- Para terminar, el clásico misionero pero con las piernas hacia arriba con los talones sobre los hombros de tu pareja, también es una excelente forma de alcanzar el orgasmo gracias al punto G./ENFEMENINO-PUNTOporPUNTO