Cada año, unos 12 millones de niñas de todo el mundo se ven forzadas a contraer matrimonio, una cifra que podría verse incrementada en otras 500 mil más como consecuencia del impacto socieconómico que está teniendo la pandemia de coronavirus, mientras que hasta un millón más podrían quedarse embarazadas.
Ese es el resultado del análisis realizado por Save the Children y recogido en su ‘Informe Mundial sobre las Niñas 2020. La COVID-19 pone en peligro los avances logrados’. Según la ONG, aunque el aumento es «una estimación conservadora» no deja de ser significativo puesto que en líneas generales, «supone revertir 25 años de progreso, en los que se había conseguido reducir las tasas de matrimonio forzoso en niñas» y evitar 78.6 millones de enlaces de este tipo.
De acuerdo con el análisis, hasta 2.5 millones de niñas más serán obligadas a casarse en los próximos cinco años. Si a esto se suman los 58.4 millones de matrimonios infantiles que tienen lugar de promedio cada lustro, para 2025 se alcanzaría una cifra de 61 millones de matrimonios forzosos de niñas y adolescentes.
El impacto del fenómeno no es homogéneo a nivel geográfico. Así, se prevé que en el sur de Asia haya este año otras 191 mil niñas y adolescentes en riesgo de matrimonio forzoso, mientras que en África Occidental y Central serían 90 mil. Para América Latina y el Caribe la estimación es de 73 mil 400, mientras que en Asia Oriental y el Pacífico serían 61 mil; en Europa y Asia Central, 37 mil 200, y en Oriente Próximo y el Magreb otras 14 mil 400.
Por lo que se refiere al riesgo de embarazo en la adolescencia, es más alto para las niñas de África oriental y meridional (282 mil), seguidas de África occidental y central (260 mil) y América Latina y el Caribe (181 mil).
IMPACTO DEL MATRIMONIO FORZOSO EN LAS NIÑAS
«La pandemia está suponiendo que más personas acaban en situación de pobreza, lo que obliga a muchas niñas a trabajar para mantener a sus familias, a quedarse sin comida, a convertirse en las principales cuidadoras de familiares enfermos y a abandonar la escuela, con muchas menos posibilidades que los niños de regresar a la situación previa», ha lamentado la directora de Save the Children, Inger Ashing.
Según ha explicado, «un riesgo creciente de violencia y explotación sexual combinado con un aumento de la inseguridad alimentaria y económica, especialmente en emergencias humanitarias, también lleva a que muchos padres y madres sientan que no tienen otra alternativa que obligar a sus hijas a casarse con hombres mucho mayores».
Estos matrimonios, ha recordado Ashing, «violan los derechos de las niñas y las dejan en mayor riesgo de depresión, violencia de por vida, discapacidades y riesgo de muerte, incluso durante el parto, dado que sus cuerpos no están preparados para dar a luz»./PUBLIMETRO-PUNTOporPUNTO