MUJERES de la GENERACIÓN X exploran nuevas formas de INTIMIDAD

La sexualidad femenina ha estado marcada tradicionalmente por prejuicios y limitaciones, especialmente cuando llegan a la vejez; sin embargo, aquellas que pertenecen a la generación X –nacidas entre 1965 y 1980– están desafiando estos tabús, redescubriendo y disfrutando su sexualidad de una forma más liberal, afirmó María Montero y López Lena, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Psicología (FP).

Recordó que en muchas mujeres de la generación X (que ahora tienen entre 45 y 60 años) permanecía la creencia de que la masturbación o la exploración de sus partes íntimas eran un pecado, o que la menopausia se convertía en un obstáculo para ejercer su sexualidad.

No obstante, la tecnología, los avances en la ciencia y el empoderamiento femenino les permite alejarse de dichas creencias y explorar nuevas formas de intimidad.

  • En tanto, Marta Lamas, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, dijo que ahora las mujeres están más informadas y cuentan con una mayor capacidad para enfrentar prejuicios y creencias, pero es necesario contemplar aspectos como sus orígenes o clases sociales para entender que no todas viven una misma realidad.

“El cambio cultural para que las mujeres tuvieran más libertad en ejercer su vida sexual se dio después de ciertos hechos históricos, pues esta generación reivindicó derechos como el acceso al trabajo y la posibilidad de elegir su profesión. También desmitificó la idea de que el matrimonio es necesario para tener hijos”, agregó María Montero.

Aseguró que si bien la transición hacia la independencia comenzó con las baby boomers, la generación X la consolidó, pues muchas mujeres de esta última comenzaron a considerarse como independientes de manera integral, lo que fortaleció su autoestima y, en consecuencia, su sexualidad.

Marta Lamas recalcó que el movimiento feminista ha promovido el acceso igualitario al placer y al deseo; no obstante, se sigue en la lucha por una verdadera liberación sexual.

  • En términos generales, subrayó, las mujeres de la generación X han vivido una narrativa cultural compartida, en la que la sexualidad no es la misma para ellas que para los hombres, pues hay una doble moral que permite que los varones ejerzan libremente su deseo sexual, pero que a las mujeres les afecta y las reprime.
  • En cambio, ahora ellas pueden decidir sobre esos aspectos de sus vidas y relacionarse con personas más jóvenes o más grandes que ellas sin prejuicios, a comparación de años anteriores.

Menos prejuicios

Para la investigadora del CIEG los mitos y prejuicios disminuyen con intervenciones culturales, el debate público, así como la información respecto al libre ejercicio sexual. Primordialmente, se promueve que las mujeres se liberen del papel de ser recatadas y decentes como se les ha transmitido tradicionalmente.

“Es violencia simbólica aplicarnos a nosotras mismas estos mandatos de género, porque muchas veces ya no es la sociedad que nos reprime, entonces debemos permitirnos experimentar”.

  • En el aspecto sexual, sostiene, el deseo es un objetivo a seguir para las mujeres, con el que reviven este aspecto reprimido y se liberan de la exigencia inculcada de tener relaciones sexuales únicamente cuando están casadas o enamoradas.

Romper mitos

Un mito común es suponer que las mujeres mayores de 45 años no tienen una vida sexual activa, lo que María Montero consideró como una muestra del desconocimiento biológico y psicosexual del tema.

“Algunas de las ventajas es que en edades avanzadas, las mujeres ya no temen al embarazo no deseado, lo que les permite disfrutar de una sexualidad más libre, aunque esto depende de sus propias creencias”, señaló María Montero.

  • La académica de la FP sostuvo que “para explorar la sexualidad, las mujeres cuentan con diferentes opciones, como buscar información, leer novelas eróticas para estimular su imaginación y deseo, así como la terapia psicosexual para estimular su erotismo”.
  • Agregó que el cerebro es el órgano más eficiente para la interacción sexual, y la piel, que es nuestro órgano sexual más extenso, facilita múltiples maneras de disfrute.

Marta Lamas concluyó que “hablar de sexualidad no siempre significa que la acción será con otra persona, sino que puede ser contigo misma, por medio de diferentes técnicas como juguetes sexuales y películas; no sólo se trata de penetración, existen múltiples formas de placer y hay que descubrir lo que nos gusta de forma personal”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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