La disfunción sexual femenina es un trastorno que se produce cuando hay un cambio significativo en el comportamiento sexual habitual de la mujer.
Disminuyen o incluso desaparecen los pensamientos y fantasías sexuales y se posponen o se evitan las relaciones.
Además, existe una incapacidad para disfrutar del coito y esto afecta a la calidad de vida y a las relaciones personales. En general, las cuatro áreas en las cuales las mujeres tienen dificultades son: el deseo, la excitación, el orgasmo y el dolor asociado al coito.
Tipos
Dentro de la disfunción sexual femenina, existen diferentes tipos que presentan características concretas:
- Disfunciones del deseo sexual hipoactivo
Algunas mujeres pueden sentir la falta de deseo en ciertos momentos de su vida, por ejemplo, durante el embarazo y el parto, la lactancia y la menopausia, y en periodos de crisis o enfermedades.
Para otras, esta situación puede volverse crónica.
- Trastorno de excitación sexual
Durante la excitación sexual se dan una serie de cambios físicos. El clítoris se agranda debido a la entrada de sangre.
La estructura interna de la vagina también se alarga e hincha en su parte superior para acomodar la penetración. Otro cambio es el incremento de la lubricación de la vagina.
Esto también facilita la penetración y ayuda a evitar cualquier sensación de incomodidad durante el coito. La excitación no sólo es corporal, sino también mental.
Cuando este proceso no se lleva a cabo en el organismo, la paciente sufre un trastorno de la excitación sexual.
- Dolor asociado al coito
Los tipos de dolor o dispareunia son:
Dispareunia profunda: Las causas principales pueden incluir enfermedades inflamatorias de la pelvis, cirugía ginecológica o pélvica, tumores o quistes uterinos o vaginales y fibroides, endometriosis, infecciones del tracto urinario, falta de lubricación o alguna infección de transmisión sexual.
También puede ser la consecuencia de una determinada postura durante el coito en la que la penetración sea mayor.
Dispareunia leve: Es común y tiene muchas causas. Los síntomas pueden ser el escozor, ardor, o inflamación e irritación de la zona. Este dolor puede también sentirse en otros momentos además de durante el coito, por ejemplo, al caminar, correr o montar en bicicleta.
Cualquier problema dermatológico también puede afectar a la zona alrededor de la vagina, como eccemas, verrugas, psoriasis y liquen escleroso, que hace que la piel se retraiga y se haga más frágil.
Otras causas pueden ser herpes y úlceras vaginales. La intolerancia a los espermicidas y los condones de látex, así como ciertos jabones, también pueden producir irritaciones.
Vaginismo: Suele considerarse una respuesta condicionada y que puede estar relacionada con la anticipación de dolor en el coito.
Causas de la disfunción sexual femenina
- Causas físicas
Problemas de salud: diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, artritis, esclerosis múltiple o consumo excesivo de bebidas alcohólicas
Medicamentos para tratar la hipertensión arterial, depresión, dolor; anticonceptivos orales
Problemas ginecológicos: Trastornos médicos como endometriosis, cistitis, problemas de músculos pélvicos o dolor pélvico crónico
Cirugía pélvica o genital que causa cicatrices, disminución del flujo sanguíneo o daño a los nervios en la zona genital
- Causas hormonales
Disminución del nivel de estrógeno debido a la menopausia (natural o quirúrgica) o insuficiencia ovárica prematura (cuando los ovarios dejan de funcionar antes de los 40 años)
Disminución del nivel de testosterona, que las mujeres producen en pequeñas cantidades, y sobreviene con el envejecimiento o tras la extirpación de los ovarios
- Causas psicológicas y emocionales
Angustia mental: estrés, ansiedad, depresión, trastornos de la alimentación, abuso sexual pasado, temor a embarazos no deseados
Relaciones de pareja: aburrimiento, ira, lucha por el poder, abuso (físico o emocional) Creencias religiosas o culturales sobre el sexo/CUIDATEPLUS-PUNTOporPUNTO