El concepto de cuckolding, cuya traducción aproximada sería algo así como “poniendo los cuernos” o “siendo infiel”, hace referencia también en la actualidad a una tendencia o práctica sexual basada en la obtención de gratificación sexual a través de la observación o el relato de su pareja manteniendo relaciones con una tercera persona.
La infidelidad es uno de los motivos más frecuentes por el que las parejas deciden poner fin a su relación. Sin embargo, en la actualidad existe un nuevo fetichismo que busca este tipo de engaño, ya sea real o imaginario, con el objetivo de conseguir placer y aumentar la llama de la pasión en la pareja.
- Esta peculiar modalidad fetichista consiste en que una mujer tenga relaciones con otro hombre y luego cuente a su pareja lo que ha experimentado en este encuentro o bien, este ejerza de espectador durante la relación sexual. Curiosamente, a partir de esto, la pasión en la relación de pareja renace de nuevo.
- En esta práctica, se denomina cuckolds a aquellos hombres que permiten que su pareja o esposa mantenga relaciones sexuales con otros hombres mientras él solo se sienta a observar. En muchas ocasiones, son ellos los que incentivan a sus parejas a realizar este tipo de actos, donde ellas los «engañan» con otro hombre para obtener mayor excitación sexual.
- Cabe mencionar que también las mujeres suelen practicar este fetichismo, el cual se le denomina cuckqueaning, seria el caso de aquellas mujeres que se excitan viendo a su pareja con otra mujer. Sin embargo, suele ser más frecuente el cuckolding (es decir que el observador sea varón).
Ahora bien, no hay que confundir el término cuckolding con el de voyerismo. Este último consiste en el acto de observar a otras personas desnudas, en ropa interior o manteniendo relaciones sexuales sin que estas sean conscientes de ello con el objetivo de excitarse.
La práctica del cuckolding
Muchas parejas consideran esta práctica como satisfactoria, generadora de emociones y potenciadora de la vida sexual conjunta. Resulta sin embargo necesario que se trate de algo pactado y a lo que accedan libremente ambas partes, sin presiones de ningún tipo y sin forzarse a hacerlo para agradar a la otra parte.
Aunque infrecuente, el cuckolding es una actividad sexual normativa y puede suponer una experiencia para aquellos que realmente quieran llevarla a la práctica.
El doctor Leon Seltzer afirma que la excitación que produce este tipo de situaciones puede ser originada por la experimentación vicaria de la relación sexual que se está acostumbrado a llevar como protagonista. Es decir, de algún modo ejercer de espectador aumenta los niveles de excitación.
- Además, no podemos olvidar el poderoso papel que tiene la transgresión en el cuckolding, tanto para la mujer como para el hombre. Para la primera representaría el contacto con lo prohibido a través de la ruptura de la fidelidad y para el segundo, el acto de impulsar a la pareja a transgredir.
- Una encuesta en EE.UU. ha revelado que el 58% de los hombres y un tercio de las mujeres han fantaseado alguna vez con ser «cornudos consentidos».
Práctica en auge, anteriormente rechazada
En los últimos tiempos el cuckolding se ha ido extendiendo entre la población, convirtiéndose en tendencia y abriéndose paso entre las fantasías sexuales habituales.
Sin embargo, dista de ser una práctica mayoritaria. No es una práctica para todo el mundo: supone que la pareja va a estar manteniendo sexo con otra persona y ello resulta desagradable para muchas personas.
- De hecho hasta hace relativamente pocos años se trataba de una práctica socialmente rechazada por la mayoría de la sociedad. Y es que el cuckolding es una práctica que ha sido mal considerada, al igual que otras muchas tendencias sexuales.
- Por ejemplo, tiene cierta relación con la idea del intercambio de parejas, siendo un concepto similar. En este caso la pareja pacta de antemano la situación, siendo algo aceptado por ambas partes. También tiene relación con el voyeurismo y el exhibicionismo, debido a que parte del componente erótico lo tiene el mirar/recibir una descripción de lo sucedido o ser mirado/contar la relación.
¿Una experiencia positiva?
Según un estudio reciente de David Ley, Justin Lehmiller y el escritor Dan Savage, la práctica o fantasía del cuckolding puede ser una experiencia en gran parte positiva para muchas parejas, y apenas un signo de debilidad.
Ahora bien, es de vital importancia que los miembros de la pareja tengan gran confianza y respeto a la hora de consentir este tipo de relaciones y se tome como un juego con el que avivar la llama de la pasión. Es decir, se trata de que los dos conecten y disfruten de esos actos, sin exigencias ni presiones./PSICOLOGIA Y MENTE-LA MENTE ES MARAVILLOSA-PUNTOporPUNTO