El bondage es una práctica sexual en la que se utilizan ataduras. Esa es la definición más aceptada del bondage y no falta quien lo considera una expresión artística.
- No es una práctica novedosa, ya se conoce desde hace milenios en Japón, técnica sexual que estaba reservada para las clases sociales más altas y refinadas.
- La práctica consiste atar a la otra persona total o parcialmente por medio de cuerdas, esposas, lazos, corbatas, cintas o cualquier otra cosa que pueda mantener inmovilizada físicamente a la otra persona. Los límites con el sadomasoquismo se encuentran en el dolor. Y es que el bondage, dicen, no utiliza el dolor como fuente de placer.
El placer en el bondage se encuentra en la dominación de una persona y en la entrega de la otra. La persona atada se encuentra a plena disposición de su pareja, al menos en ese momento en el que se está practicando. Se entiende el consenso entre la pareja a la hora de realizar esta práctica sexual, además de un elevado grado de confianza y respeto mutuo.
El Placer para ambos es lo que promocionan los defensores del bondage, de entregarse sin reservas para uno y de hacer realidad sus fantasías sexuales para el otro. El placer de un sexo sin restricciones y sin inhibiciones para ambos.
Como se puede imaginar, inmovilizar a una persona conlleva sus riesgos, por eso es necesario informarse de todas las precauciones que deben tenerse a la hora de practicar bondage. Porque no nos interesan los prejuicios moralistas, pero sí nos preocupa la seguridad y la integridad a nivel físico y emocional.
Consejos para principiantes
- La trilogía de literatura erótica de la autora E. L. James suscitó tanto interés por los juegos de corte sado en el momento de su lanzamiento que, desde entonces, muchas boutiques eróticas han lanzado sus propios talleres para enseñar qué tipo de juguetes se pueden utilizar y cómo hacerlo siempre con seguridad y de forma divertida. Si estás buscando algo así, apunta este nombre: Anne Summers. Se trata de una de las tiendas online más conocidas, cuyo decálogo de consejos para jugar al bondage en casa te contamos a continuación.
Lo primero, la seguridad
Se trata de juego, diversión y disfrute. En esta ecuación no cabe nada que tenga que ver con inseguridad, miedo, obligación, incomodidad física o psicológica. Y aunque no te sientas incómoda, si simplemente los juegos y juguetes de Grey no van contigo, abandona, se trata sólo de un tipo de práctica más.
Lo más importante: aunque no hayáis pasado aún de la versión soft, debéis tener una palabra de seguridad para que cualquiera de los dos pueda parar el juego en cualquier momento. Esta es la regla más importante y que hay que cumplir a rajatabla, sobre todo cuando paséis a mayores.
Límites del Bondage
- Consentimiento de ambas partes. No lo hagas sólo para complacer a tu pareja, hazlo solamente si en verdad tienes interés.
- Infórmate. Hay lugares en donde te brindan información segura, por ejemplo en la tienda Diversex Condonería, hay sexólogos y especialistas que brindan cursos e información.
- Solamente con tu pareja. Esta práctica sexual no es para que la realices con desconocidos.
- Comunicación. Habla extensamente sobre los riesgos de esta práctica, coloca sobre la mesa deseos, miedos e imprevistos.
- Ataduras. Compra ataduras de algodón, de preferencia de las que vendan en las tiendas especializadas, las sex shop.
- Seguridad. Acuerda con tu pareja una palabra de seguridad o una clave que debas decir cuando desees terminar. Por ejemplo, si aprietas dos veces la yema de sus dedos es para preguntarle «¿te está gustando?», si tu pareja responde del mismo modo, apretando una vez, te dice «No, para»; dos veces para «Sí, pero más despacio»; y tres veces para «No te detengas, ¡me encanta!».
- No exageres. No intentes acrobacias que hayas visto en la televisión o en una película, mejor haz las cosas de forma segura. Hay posiciones que requieren de experiencia y preparación.
- Posiciones. No es recomendable mantener la misma posición todo el tiempo, varía.
- No la dejes sola. Nunca dejes sola a la persona atada, termina y desátala.
- El cuello está prohibido. Nunca ates a tu pareja del cuello.
Sé previsora
Y no solo por seguridad. Para que tus juegos y juguetes eróticos resulten siempre divertidos, placenteros y lujuriosos para ambos, prepara antes las sesiones dejando a mano todos lo que podéis necesitar: un segundo juego de llaves para las esposas, preservativos y lubricante, toallitas húmedas, agua, chicles… y todos los juguetes que quieras utilizar. Así no romperás el “encanto” del momento ni te saldrás del rol que estés interpretando, por ejemplo, para ir a buscar un anticonceptivo.
Se creativa
- No tenéis por qué imitar a Anastasia Steele o a Christian Grey, solo son dos personajes de ficción que incluso pueden no gustarte. Ni siquiera tienes que comprarte los juguetes oficiales de la colección para iniciarte en el bondage: tus medias o su corbata para inmovilizar las muñecas, un pañuelo de seda para los ojos, un disfraz improvisado, un utensilio de cocina suave como palita de spank, tu aceite hidratante para un masaje erótico,… Tu armario y tu casa están llenos de accesorios para crear vuestro propio universo sado. Pero cuidado, comprueba siempre antes si lo que vas a utilizar es cómodo y seguro.
Juguetes sexuales
Desde los de la Colección Oficial de Grey hasta los de marcas tan conocidas como Lelo o Bijoux Indiscrets, en cualquier boutique erótica encontrarás un montón de opciones para iniciarte en el bondage y el soft sado. Como, por ejemplo, el exquisito Pleasure Set Adore Me de Lelo, que contienen todo lo necesario para los principiantes en este tipo de juegos: antifaz, esposas y cintas para ataduras de seda y ante, y un pequeño vibrador sumergible que podría pasar por una lujosa barra de labios. Cuídalos. Después de cada sesión de juegos, limpia y guarda tus juguetes en perfecto estado para la siguiente./Agencias-PUNTOporPUNTO
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