Elliott Abrams, enviado especial de la Casa Blanca para Venezuela, aseguró ayer en entrevista para The New York Times que, pese a no haber señales de que Nicolás Maduro esté dispuesto a dejar el poder en Venezuela, Estados Unidos lanzó una oferta de amnistía al presidente venezolano, después de que él y Donald Trump hablaron sobre la posibilidad de negociaciones bilaterales de alto nivel.
- De acuerdo con declaraciones de Abrams, Estados Unidos pidió a Nicolás Maduro que abandone de forma voluntaria el poder, a cambio de no ser acusado ni castigado. “No es una persecución, no estamos tras él, queremos que tenga una salida digna y que se vaya”, afirmó el funcionario estadounidense.
- A pesar de que el Departamento del Tesoro señaló a Maduro como uno de los beneficiarios de supuestos envíos venezolanos de drogas, dicho organismo recomendó que no sea acusado de ese delito.
- “Necesitan regresar a ser un país democrático. Maduro necesita dejar el poder. No debe postularse en una elección. No retiraremos las sanciones hasta que esté fuera del gobierno”, reiteró Abrams, quien también dijo que por el momento no considera valioso hablar directamente con el gobierno de Maduro.
Abrams espera que la Unión Europea imponga sanciones contra Caracas en los próximos meses, en un momento en que las negociaciones para resolver la crisis política del país petrolero se han estancado. Los países europeos están esperando ver el resultado de las conversaciones entre el gobierno de Venezuela y la oposición, dijo el diplomático.
- “Si las negociaciones fracasan, impondrán sanciones”, dijo Abrams. “En nuestra opinión, eso es probablemente un error porque si imponen sanciones ahora (…) habría una mejor oportunidad para que las negociaciones tengan éxito”, agregó.
Abrams se mostró escéptico de que las negociaciones vayan a continuar. “Las conversaciones están detenidas”, dijo. “No se han reunido en varias semanas y aún no hay una fecha establecida”.
Washington y la mayoría de los países occidentales apoyan a Juan Guaidó, el jefe de la Asamblea Nacional dirigida por la oposición, quien en enero invocó la constitución para proclamarse presidente encargado, argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue ilegítima.
Maduro considera a Guaidó un títere estadounidense y retiene el control de las instituciones militares y estatales, pese a la crisis económica de Venezuela y las sanciones estadounidenses contra la compañía petrolera estatal y el banco central.
Abrams dijo a periodistas que el gobierno de Maduro se apoyaba cada vez más en la petrolera rusa Rosneft en busca de soporte financiero.
Las compras y ventas de Rosneft de petróleo venezolano no han violado las sanciones estadounidenses por ahora, agregó./CONTRAREPLICA-PUNTOporPUNTO