TEXTO ÍNTEGRO: SEMBRANDO VIDA, opera con graves FALLAS en su DISEÑO e IMPLEMENTACIÓN

El programa social del gobierno para atender a zonas marginadas, no cuenta con un plan para atender la demanda de agua que requerirá mantener los cultivos y sus beneficiarios están expuestos a la inseguridad en sus zonas.

A tres años de arrancar su operación, el programa Sembrando Vida, uno de los proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aún presenta fallas y “áreas de oportunidad” en su diseño e implementación, que complican conocer sus avances y si está cumpliendo con las metas propuestas.

Las problemáticas que el Consejo Nacional de Evaluación de Política Social (Coneval) encontró en la «Evaluación de procesos del Programa Sembrando Vida» van desde un incremento en la demanda de agua, plantas que no corresponden a las condiciones climáticas de las regiones receptores y hasta cuellos de botella en los servicios bancarios para el cobro del apoyo.

  • En 2020, Expansión Política publicó un reportaje en el que se identifican algunos de estos hallazgos que dificultan tener claridad en la operación del programa al que se le destinaron 29,903.9 millones de pesos este año.
  • De acuerdo con Coneval, Sembrando Vida se colocó como “uno de los nueve programas prioritarios con mayor presupuesto después de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores”, pese a que no tiene cobertura nacional. Actualmente tiene presencia en 983 municipios de 21 estados.

De acuerdo con la evaluación, las Reglas de Operación no definen los mecanismos por los cuales se seleccionan o priorizan las entidades y los territorios en los que opera el programa, lo que provoca que la población interesada no tengan información de las posibilidades reales para participar en el programa aunado a que el concepto de meta programada no está definido.

En su evaluación, el Consejo plantea que no hay indicadores asociados a los aspectos sociales para medir la “suficiencia alimentaria”, por lo que se recomienda construirlos para poder verificar el avance en el cumplimento de los objetivos del programa, subraya el reporte de 318 páginas.

«Áreas de oportunidad» de Sembrando Vida

Las debilidades se registran desde la selección de los sembradores, pues se identificó que la información correspondiente a los interesados que no resultaron seleccionados, no se captura en la plataforma «S-Núcleo», por lo que “no existe la posibilidad de verificar cuáles fueron los requisitos que no pudieron reunir y que pudieran revisarse para ejercicios posteriores”, lo que –de acuerdo con lo que documentó este medio– se presta a la discrecionalidad y control de los beneficiarios.

  • De acuerdo con las entrevistas realizadas con sembradores y técnicos, el Coneval identificó que están “muy preocupados por lograr las metas que les establecen o determinan desde las oficinas centrales”, mismas que han ido cambiando desde el primer año sin justificación.

Lo que implica que, “en aras de alcanzar estas metas, no se respeten los modelos Sistemas Agroforestales (SAF) o Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) diseñados inicialmente que son la base del programa para alcanzar las necesidades alimenticias básicas de las familias de los sembradores”.

  • En cuanto a las actividades relacionadas con aspectos sociales, que están en el ámbito de atención de los técnicos sociales, en particular a aquellas que conduzcan a la regeneración del tejido social, estas no se establecen de manera clara, ni forman parte de un plan integrado para tal fin. En consecuencia, no están establecidas las metas e indicadores que pudieran utilizarse en su medición.

El programa ha sido presumido por el Ejecutivo federal como uno de los más grandes en reforestación e, incluso, lo ha promovido en Estados Unidos para que apoye económicamente su expansión en Centroamérica. Desde México se han destinado recursos para su operación en Honduras, Guatemala y El Salvador.

No obstante, el Coneval identificó algunos problemas ambientales. Por ejemplo, se observó que algunas de las plantas que proporciona la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al programa “no cuentan con las características técnicas para ser llevadas a parcela”, por lo que recomendó considerar las condiciones climáticas de las regiones receptoras de la misma, así como los periodos para su entrega, a fin de facilitar su trasplante y reducir la mortalidad.

El Consejo también advirtió que como consecuencia de la modificación en las densidades se prevé un incremento en la demanda potencial de agua en los predios de los sembradores que constituirá un problema para el mantenimiento y cuidado de las plantas. “Como área de oportunidad se señala la necesidad de prever acciones durante la planeación para atender la demanda de agua en parcela”, se indica.

Los problemas con los apoyos

Entre las dificultades de los sembradores para recibir sus apoyos, se encuentra que, tenían que recorrer incluso varios kilómetros para llegar a las cabeceras municipales y ya en ellas, hacer largas filas a fin de sacar en los pocos cajeros automáticos y con el riesgo de que no alcanzaran a cobrar. Todo esto fue confirmado por el Coneval.

“Se identificaron posibles cuellos de botella en los servicios bancarios para el cobro del apoyo económico en el Banco del Bienestar, relacionados con un número reducido de cajeros cercanos a la población beneficiaria, así como cajeros que no funcionan y saturación de las ventanillas”, señaló.

  • Al respecto, recomendó fortalecer la vinculación y comunicación entre el Banco de Bienestar y el programa para agilizar la solución de problemáticas en el proceso de pago a los sembradores, particularmente con el uso de tarjeta.
  • El cambio en las Reglas de Operación del programa llevaron a “desaparecer” el ahorro que tenían los beneficiarios, el cual se les daría a los tres de años de permanencia. De acuerdo con el Coneval, algunos sembradores entrevistados (de ingreso en 2019) indicaron que, cumplido el tercer año, “ tuvieron acceso al ahorro acumulado, más un porcentaje correspondiente a los intereses generados de la inversión de su recurso”.

En tanto que en el caso de quienes ingresaron en 2021 y 2022, el ahorro programado será devuelto hasta junio de 2023.

El Coneval señaló que la eliminación del ahorro programado, “en el mediano plazo puede afectar las posibilidades de hacer sostenible la producción en viveros y biofábricas y la de desarrollar proyectos productivos”.

Disponibilidad del agua representa una “amenaza”

De acuerdo con el Coneval, la disponibilidad del agua representa una “amenaza” para el programa: aunque en los viveros comunitarios sí se tomó en cuenta el acceso, no sucedió así para las parcelas de los sembradores.

“Se prevé un incremento en la demanda potencial de agua en las Unidades de Producción que constituirá un problema para el mantenimiento y cuidado de las plantas, lo cual no se tiene contemplado en la planeación del programa”, advierte el Coneval.

  • La disponibilidad de agua se traduce en una mayor probabilidad de que las plantas y los árboles sobrevivan.
  • En este sentido, algunos sembradores reportaron que, para cumplir con la superficie requerida en el programa, incluyeron predios donde no existe abasto de agua, pues no se les informó que este se requería.

“Esto supondrá un problema serio para mantener los árboles con vida o produciendo en el mediano plazo”, explica el organismo.

Por ello, recomienda que desde la planeación se incluyan medidas para el manejo de planta en parcela, particularmente el abastecimiento de agua, ya sea a través de la implementación de pequeñas obras de captación de agua o del desarrollo de prácticas de uso y conservación.

  • Aunque se han elegido especies locales maderables que podrían utilizar agua del temporal, “los efectos del cambio climático podrían hacer que estas temporadas de lluvia no se mantengan en el promedio ‘normal’”, advierte el texto.

“De igual manera, dadas las altas densidades de plantas por hectárea que se han establecido como meta, esto genera presión adicional por la competencia por agua, suelo y luz para los árboles”.

Según el Formato de la Posición Institucional del estudio, sobre este punto el gobierno respondió que acepta la propuesta y que “es importante mencionar que a nivel central y en las coordinaciones territoriales se han establecido comunicaciones con las dependencias responsables del tema del agua, sin embargo, se reforzará el seguimiento del tema del agua como un tema transversal en las planeaciones con los territorios”.

Amenaza por inseguridad y “saturación” de productos

El reporte también exhibe una problemática que afecta a todo el país: la inseguridad local “se identificó en todos los territorios visitados”.

  • Incluso, en algunas regiones “afectó a los procesos iniciales de difusión, selección e implementación de las CAC , provocando la búsqueda de nuevos territorios”.
  • De acuerdo con personal del programa, mucha gente mostró desconfianza pues consideraban que podría ser un engaño o que no se cumpliría con lo que se decía.

“También se encontraron en este proceso problemas de inseguridad tales como presidencias municipales tomadas y presencia del crimen organizado”, dice la evaluación.

Debido a la densidad de las parcelas, también se reportó como una amenaza una posible saturación de mercados locales o regionales una vez que se cosechen los productos frutales, y los cultivos agroindustriales.

“La importancia del diseño territorial tomará relevancia cuando comience el proceso de cosecha de productos, puesto que si no se cuida qué se establece y en qué cantidad, puede existir sobre oferta de determinados bienes”, alerta.

La recomendación en este punto es que se incluyan y fortalezcan en la planeación la apertura de canales de comercialización y la búsqueda de mercados externos “a través del trabajo que realizan los técnicos sociales, el cual requerirá del respaldo institucional para proporcionar capacitaciones en esta área”.

8 de los 10 municipios beneficiarios bajo la pobreza

Aun cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador impulsó uno de sus programas prioritarios, Sembrando Vida, en zonas de alta marginación, con el objetivo de que su situación mejorara, los resultados aún no son visibles.

  • Solo en dos de los 10 municipios con más beneficiarios de Sembrando Vida se redujo la pobreza. Se trata de Palenque, Chiapas, y Tenosique, Tabasco. En el primer caso, el porcentaje de la población en esa circunstancia pasó de 77% en 2015 a 69.9% 2020 y en el segundo, de 55.4% a 54.1%.
  • En cambio, en ocho de los 10 municipios con más beneficiarios del programa, contrario a lo que se esperaba, aumentó el porcentaje de población en situación de pobreza. Ocosingo, Chiapas, y Balancán, Tabasco, ocupan los primeros lugares.

De acuerdo con los resultados de la Medición de pobreza a nivel municipal 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el municipio chiapaneco con 17,517 beneficiarios del programa tenía en 2015 al 86.5% de su población en esta condición, y para el 2020 subió a 92.5%, con 209,226 personas pobres.

En el caso de Balancán, el porcentaje de población en situación de pobreza pasó de 58.1% a 61.8%, con un aumento de 1,644 personas en cinco años. A esta localidad, ubicada en los límites de Guatemala, la acompañan Macuspana, Cárdenas y Huimanguillo, donde también aumentó la marginación de 54.1% a 69.3%, 55.3% a 56.1%, 56.3% a 62.1% y de 29% a 35.8%, respectivamente.

  • En junio pasado, CONNECTAS y Política Expansión documentaron que en la Cuenta Pública de 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que en Tabasco –la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador– se dio una cobertura de 112.2% de la población objetivo, beneficiando a 55,456 personas, convirtiéndose, en el segundo estado con mayor número de beneficiarios, después de Chiapas.

La ASF alertó que en la entidad se otorgaron recursos a 6,011 personas que no formaban parte de la población objetivo, con lo que el estado fue beneficiado sin ocupar los índices más altos de pobreza.

Algo que también fue detectado por el propio Coneval según su reporte Plataforma para el Análisis Territorial de la Pobreza, presentado en mayo pasado. En ese estudio, el consejo hizo una comparación entre los beneficiarios de un programa y las personas en situación de pobreza –a 2015– del municipio donde opera el programa.

  • De acuerdo con su metodología, cuando el resultado es 1 la participación de personas beneficiarias es proporcionalmente igual a la participación de personas en situación de pobreza; cuando se acerca a cero la participación de personas beneficiarias es menor que la participación de personas en situación de pobreza; y cuando es mayor que 1, muestra que la participación de personas beneficiarias es mayor que la de personas en situación de pobreza.
  • Esto último fue lo que encontró en el programa Sembrando Vida, el cual tiene beneficiarios en 815 municipios que se localizan al sureste del país, en los estados que colindan con el Golfo de México, como Veracruz, Tabasco y Campeche.

“La relación de las participaciones en este programa es mayor que 1 en 56.8% de los municipios donde tiene beneficiarios el programa, lo que quiere decir que la proporción de beneficiarios es mayor, que la parte de la población en situación de pobreza en el mismo municipio”, señaló.

El organismo expuso que en Tabasco se presenta este resultado del indicador en todos sus municipios, y por el contrario, por ejemplo, en Morelos el programa está presente en 22 municipios y en 20 de estos, la relación de las participaciones es menor que 1./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

evprocesos_s287_sv_informe%20final

 

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