Suena raro escucharlo de un activista que forjó su prestigio precisamente en la defensa del derecho de tránsito de los migrantes: “Las personas migrantes están en su derecho de buscar llegar a donde ellos quieren.
El Estado mexicano ha puesto condiciones como cualquier otro. Yo pienso que las personas migrantes pueden respetarlos. Si no quieren respetar eso, pueden esperar en Guatemala, al menos hasta que pase este tiempo electoral tan terrible y furioso de Donald Trump”.
Es lo que ahora dice el padre Alejandro Solalinde, quien hasta hace unos años cobijó y dio refugió a guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, entre otros, para que cruzaran México para llegar a Estados Unidos.
- “Ahora mismo, ¿qué pueden encontrarse en el norte?”, cuestionó, y dijo que a esas personas les espera el crimen organizado “que no perdona” y un presidente estadounidense que no los quiere, que ya echó a50 mil solicitantes de asilo y planea expulsar a otros 81 mil.
- En entrevista con El Heraldo de México, el sacerdote ahora afirma que los migrantes que han sido frenados por la Guardia Nacional, usando la fuerza, en la frontera con Chiapas, buscan golpetear al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
- “La niñez y mujeres van por delante. Las fotografías de la Guardia Nacional, aunque no sean brutales, y sea conteniendo, son muy fuertes. Golpean al gobierno con imágenes como esta, que nadie discute y que hablan más que muchas palabras”, dijo en la charla telefónica.
- “Perjudican también al nuevo gobierno de México que busca un proyecto nuevo de nación, no excluyendo a personas migrantes:les invita y les está ofreciendo lo que puede en este momento”, indicó.
Para el cura,el éxodo que intenta ingresar está manipulado y trae estrategias bien pensadas, “no es espontáneo”, por lo que llamó a los migrantes a someterse al registro que les pide el gobierno mexicano.
“Esta caravana ya está bien organizada, ya tiene líderes, sus asambleas, sus objetivos. Está exigiendo, porque lo que quieren no es otra cosa que salvoconductos para llegar a la frontera, y así los que los van guiando puedan cobrar su dinerito”, mencionó.
El registro, expuso, “es la única manera de poder ver quiénes son y cómo vienen, y poder ayudarles. De lo contrario, si pasan así nada más, nadie sabrá si se quedaron en el camino o si los secuestraron”.
Dijo que la Guardia Nacional tiene la obligación de respetar los derechos humanos de cada persona, pero a su vez los centroamericanos deben respetar las leyes.
“Creo que hay que ver esto equilibradamente y sin prejuicios, viendo lo que le toca. Desde luego, la población migrante sí ha salido de su lugar de origen en busca de una vida mejor, pero también no hay que ser ingenuos para no analizar los rasgos, las características de una caravana organizada”, puntualizó./EL HERALDO DE MEXICO-PUNTOporPUNTO