La Organización Mundial de la Salud (OMS) espera que la crisis del coronavirus termine en menos de dos años, dijo el viernes el jefe del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Esperamos acabar con esta pandemia en menos de dos años. Sobre todo, si logramos unir nuestros esfuerzos (…) y utilizamos al máximo los recursos disponibles y esperando que podamos disponer de herramientas suplementarias como vacunas, pienso que podremos acabar con ella con un plazo más corto que el de la gripe de 1918», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.
«(Dado que) nuestra situación ahora (cuenta con) más tecnología, por supuesto con más conectividad, el virus tiene mejores posibilidades de propagarse, se puede mover rápidamente», declaró.
«Al mismo tiempo, tenemos la tecnología y el conocimiento para detenerlo», indicó.
Más de 22.78 millones de personas se han contagiado con el coronavirus a nivel global y se registran 792,837 muertes por el COVID-19.
La corrupción es asesinato
El jefe de la OMS calificó de «asesinato» los casos de corrupción en torno a los equipos de protección (EPI) utilizados en el marco de la pandemia de COVID-19.
«Cualquier nivel de corrupción es inaceptable y cualquier tipo de corrupción es inaceptable. Sin embargo, la corrupción relacionada con las EPI es para mí un asesinato», aseguró Tedros Adhanom Ghebreyesus, preguntado por una periodista sobre los casos de corrupción en Sudáfrica.
- «Si los trabajadores de la sanidad trabajan sin EPI, sus vidas están en peligro. Y esto pone igualmente en peligro la vida de las personas a las que atienden. Por lo tanto es un crimen y es un asesinato. Esto debe cesar», añadió el director general de la OMS.
- Sudáfrica dispone de uno de los mejores sistemas de sanidad en África, pero últimamente se multiplicaron las acusaciones de corrupción en la distribución de los equipos de protección para el personal sanitario, lo que salpicó la imagen del presidente Cyril Ramaphosa.
Estas críticas ganaron en relevancia después de que la prensa revelara el mes pasado las irregularidades respecto a la concesión de un contrato al marido de la portavoz del presidente, Khusela Diko, que tuvo que abandonar su cargo durante el tiempo que dure la investigación.
Desde entonces, otros dirigentes del Congreso Nacional Africano (ANC), como el secretario general de este partido en el gobierno, Ace Magashule, también se vieron afectados por escándalos de este tipo, aunque todos ellos defendieron su inocencia.
Ante una presión creciente, el presidente Ramaphosa dijo que «perseguiría a las hienas que se acercan a las presas heridas».
- El guardián de la ética pública en Sudáfrica indicó a principios de agosto que investigarán varios casos denunciados sobre deficiencias en la gestión del Estado de la pandemia, especialmente respecto a la atribución de contratos de equipos o de centros de cuarentena.
Casi 600,000 personas fueron diagnosticadas positivas del nuevo coronavirus en Sudáfrica, según la OMS, siendo el quinto país en el mundo con un mayor número de contagios./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO