A cambio de 200 pesos para darles de comer a sus hijos, una mujer aceptó transportar un paquete de droga. Hoy está presa en el Centro de Readaptación Social No. 5 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
- Otra mujer se encuentra en la misma cárcel desde hace más de siete años por vender un terreno en dos ocasiones, así como Francisca, una indígena tzotzil, a quien se le acusa de asesinar a su sobrina, aunque el cuerpo fue encontrado con restos de semen.
- En total son 18 mujeres en situación de pobreza, algunas con acusaciones fabricadas, otras no contaron con un traductor durante sus procesos judiciales, y algunas más no tuvieron pleno acceso a la justicia.
Sus casos ahora son revisados por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), y buscan la libertad de estas mujeres.
Candelaria Ochoa Ávalos, titular de esta comisión que depende de la Secretaría de Gobernación, aseguró a El Heraldo de México que se les podría aplicar el esquema de amnistía.
“Lo que necesitamos es la voluntad del gobernador para que salgan libres. Él, incluso, podría declarar la amnistía para cada una de ellas…
“Estamos dándole seguimiento a ese caso, queríamos que pudieran salir el 25 de noviembre, que era el Día contra la Violencia, ahora confiamos en que es posible que salgan antes del 25 de diciembre”, detalló.
- Son mujeres, cuyas edades van de los 22 a los 66 años, 12 de ellas indígenas, dos son de Honduras y cuatro están acusadas de delitos contra la salud, que son del ámbito federal.
- Integrantes del Colectivo Cereza informaron a este diario que plantearon a autoridades varias figuras jurídicas para que estas mujeres salgan de prisión, como el desistimiento de la acción penal y la libertad por sentencia suspendida que se da en una Mesa de Reconciliación, utilizada desde el conflicto armado en la entidad.
“Son mujeres que están pagando delitos que no han cometido, y están ahí porque han sido usadas y abusadas por el sistema y pagan por un delito cometido por hombres, que pueden ser de la delincuencia organizada o sus propios esposos”, dijo Marcela Fernández Camacho, integrante de esta organización
Además, Ochoa Ávalos acusó que se organizan convivencias en el centro penitenciario para varones contiguo y obligan a estas mujeres a bailar y cantar en festivales.
“Organizan eventos de convivencia con los internos varones, porque está pegado, y a las mujeres presas las obligan a ir a cantar, bailar y participar en esos festivales con los hombres como si ellas fueran (las que los entretienen) y cuando no quieren, las amenazan diciéndoles que las van a trasladar”, criticó Ochoa Ávalos./EL HERALDO DE MÉXICO-PUNTOporPUNTO