Después de rendir protesta como el 47º presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la orden ejecutiva con la que inicia el proceso de retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cabe señalar que esta es la segunda vez que Trump ordena la salida de su país de dicha institución con sede en Ginebra.
Entre las razones que argumenta para la retirada incluyen:
- Una supuesta mala gestión de la pandemia de Covid-19.
- El fracaso de la OMS en implementar reformas urgentes.
- La desproporción de los pagos realizados por Estados Unidos a la OMS, una agencia especializada de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con Damien Ng, analista de Investigación Next Generation en Julius Baer, señala que debido a que Estados Unidos es el mayor contribuyente de la OMS, financiando cerca de 1,300 millones de dólares en 2022-2023, dicha decisión podría acarrear consecuencias importantes.
“La discontinuidad del apoyo financiero de Estados Unidos podría no solo afectar la vigilancia internacional y la capacidad de respuesta ante nuevas amenazas de salud global, sino también interrumpir los esfuerzos de colaboración entre varias organizaciones estadounidenses y la OMS en investigación y desarrollo (I+D), así como en la evaluación efectiva de vacunas y medicamentos”.
- De acuerdo con el analista, la salida de Estados Unidos también cortaría los lazos de la OMS con agencias estadounidenses de clase mundial como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que brindan orientación a la OMS sobre una amplia gama de temas.
“Desde la perspectiva financiera, las contribuciones necesarias para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Centro Internacional Fogarty del Instituto Nacional de Salud y programas dedicados al VIH/SIDA, la malaria y la tuberculosis también se verían afectadas”, explica.
“Es importante señalar que el país debe dar un aviso con un año de antelación y liquidar cualquier deuda pendiente antes de poder abandonar la organización. Además, a diferencia de 2020, esta vez la OMS podría compensar algunas de las pérdidas financieras ocasionadas por la salida de Estados Unidos, ya que ha recaudado 1,000 millones de dólares en nuevos compromisos de financiamiento reafirmados en la ronda de inversión lanzada en 2024”.
Asimismo, el especialista refiere que, aunque las perspectivas a largo plazo para el sector de la salud, permanecen intactas debido al envejecimiento general de la población y la creciente carga de enfermedades crónicas, persiste la incertidumbre a corto plazo sobre las prioridades del nuevo presidente en temas candentes como las reformas de precios de medicamentos, las vacunas y las actividades de fusiones y adquisiciones (M&A) en la industria biofarmacéutica.
Ante lo anterior, los inversionistas deben mantenerse selectivos por ahora, dada la imprevisibilidad a corto plazo del entorno macroeconómico, geopolítico y regulatorio, incluyendo posibles enmiendas a la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos bajo el nuevo liderazgo./Agencias-PUNTOporPUNTO