San Emiliano Zapatecutli, del escultor Rolando de la Rosa, una de las piezas que integran la exposición Emiliano, en el centro cultural Jardín Borda, representa la santificación de Zapata, por lo que su autor propone la construcción de cuatro iglesias en Morelos para que el revolucionario sea la guía moral de los que buscan justicia y libertad.
- Zapatecutli, que significa señor Zapata en náhuatl, según su autor, busca que el gobierno federal y el estatal, apoyados por los pueblos morelenses, concreten la construcción de cuatro iglesias, una en Anenecuilco, donde nació El Caudillo del Sur (8 de agosto de 1879); otra en Tlaltizapán, donde peleó; una más donde se hizo el Plan de Ayala, en la cabecera municipal de Ayala, y la última en la ex hacienda de Chinameca, donde fue asesinado el 10 de abril de 1919.
“Quiero que esta muestra sea el punto de partida de cuatro iglesias en esos lugares santos de Morelos, porque lo pongo como San Emiliano Zapatecutli”, explica el artista en entrevista por La Jornada.
- Esas cuatro iglesias no sólo servirían como sitios de adoración, también se convertirían en centros culturales y turísticos de la entidad, sobre todo en estos tiempos que se viven, en los que los ideales de Zapata siguen vigentes.
- En cada lugar, apuntó el artista, se recuperarían todas las historias del Caudillo del Sur en su lucha por mejorar la vida de los campesinos.
- Estos centros serían para que los investigadores sepan que ahí pueden encontrar toda la información de cada lugar importante para Zapata. También sería un atractivo histórico y para que quienes creen que es un santo vayan a venerarlo, señala de la Rosa.
Para el autor, Emiliano Zapata, como Jesucristo, fue un elegido. En la exposición pongo el Evangelio de San Emiliano Zapatecutli como lo contaría la Biblia. El Evangelio está plasmado en la exposición en 10 páginas, en náhuatl y en español, porque abordo la historia de Zapata desde un punto de vista indígena.
- En esa escultura, De la Rosa informa que hay un dibujo donde se muestra a Zapata ofreciendo su corazón. “¿Cuál es la diferencia entre el corazón de Zapata y el de Cristo?, que sus historias se parecen mucho, porque, por ejemplo, también lo traicionan, y se sacrifica sabiendo que no va ver el triunfo de su lucha. A Zapata le ofrecieron dinero, haciendas, y nunca claudicó, más bien dijo: ‘no quiero eso, no quiero puestos políticos; quiero que las tierras se entreguen a sus legítimos dueños, a los indígenas como yo’; entonces, bueno, eso es lo que trato de reflejar en la pieza”, detalla el artista.
En San Emiliano Zapatecutli, De la Rosa menciona que trata de conjugar arte, tecnología, ciencia, religión y política.
La idea de santificar a Zapata se origina de la noción de que en Morelos, sobre todo, ya lo adoran, y en sus casas tienen su fotografía a la que le prenden veladoras./LA JORNADA-PUNTOporPUNTO