La suspensión de la Norma Oficial Mexicana O51 (NOM-051) de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados es un “procedimiento a modo” por parte del sector empresarial en México y atenta contra la salud de los mexicanos, dijo la Alianza por la Salud Alimentaria.
- «Esta suspensión es una estrategia de distracción. Buscan evitar la aplicación de la NOM-051 que atiende a respuesta de reformas de la Ley General de Salud en particular los artículos 202 y 215 que refieren que el etiquetado debe ser veraz y de fácil comprensión y que atiende a los derechos de salud», dijo Quetzalli Ramos, abogada experta en salud en reunión con medios de comunicación.
- Lo anterior luego de que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) diera a conocer que un juez otorgó a la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin) la suspensión provisional del proceso de creación del NOM-051 y que paralizará “por el momento” el proceso de publicación de la norma.
Los integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria mencionaron que Chile y Perú, siguieron la misma estrategia de recurrir al Poder Judicial para obstaculizar los etiquetados de advertencia; empero, destacaron en dichos países se apoyó a las políticas de salud pública, «a tal grado que en Chile podemos afirmar que el Tigre Toño se fue gracias a que un tribunal protegió la salud de los infantes».
- Javier Zúñiga, coordinador del Área Jurídica del Poder del Consumidor, aseveró que la suspensión provisional, señala puntos específicos por lo que no se debe conceder como «cuando atenta contra la salud. Si atenta contra la salud pública o enfermedad y pandemia no se debe dar la suspensión», apuntó.
- Por otro lado, Ana Larrañaga, coordinadora de la coalición Contrapeso, resaltó que en las reuniones cerca del 60% de los participantes pertenecían al sector empresarial, «eran los que no estaban de acuerdo con etiquetados claros. En contraparte, los que sí eran académicos, secretarías de Estado y agencias internacionales que apoyaron etiquetado”, apuntó.
Asimismo, recordó que los argumentos que ha utilizado tanto el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) como la Concamin fueron utilizados en el 2010 cuando se buscaba evitar la venta de comida chatarra en las escuelas.
«Los argumentos son los mismos que se han platicado desde el trabajo con lineamientos 2010. Se encontró, postura de Concamin, dijeron que en el proyecto no hubo evidencia científica para evitar que se no se vendiera comida chatarra», expresó.
La Alianza por la Salud Alimentaria también hizo un llamado a la juez séptima de distrito, Laura Gutiérrez, «confiamos que no se dejará distraer por Concamin y que no aceptará suspensión porque es ir en contra del interés social de los mexicanos, donde tenemos epidemia de diabetes, sobrepeso y obesidad”, expresó Ramos./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO
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