POLÍTICAS ANTIMIGRANTES de Trump en ocasionarán que MILES de NIÑ@S corran PELIGRO

Sofía y Miguel son migrantes y, al igual que muchos miles de niños, se enfrentarán a las garras de las políticas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Debido a esta situación, la incertidumbre y el miedo son las constantes de su vida, mientras que la estabilidad y vivir en un hogar seguro con toda su familia son sus más grandes sueños.

  • En el pasado cuatrienio del político republicano vimos escenas de menores de edad en jaulas, como si fuera un espectáculo su dolor. Conocimos historias de separación familiar y aprendimos que la población más vulnerable ante el fenómeno de la migración son, justamente, las infancias.
  • Además de la separación familiar, estas niñas y niños enfrentan riesgos graves como la trata, la desaparición forzada y la explotación, mientras carecen de un retorno seguro y un plan de restitución de derechos.

Los decretos emitidos por Trump contra la población migrante violan sistemáticamente los derechos humanos, son discriminatorios y van en sentido contrario del artículo 19 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) y de la Convención sobre los Derechos del Niño, que obligan a los Estados a garantizar medidas de protección reforzada para niñas, niños y adolescentes en contextos migratorios.

  • La problemática de por sí ya es grave y podría agravarse más. Tan solo en 2024, Estados Unidos deportó a 28 mil 270 niñas, niños y adolescentes mexicanos, solos o en compañía de sus familias. Esta es la cifra más alta desde 2008, cuando hubo 34 mil 083 casos, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
  • De los 28 mil 270 niños y adolescentes mexicanos retornados, 16 mil 303 tienen entre 12 y 17 años, y 1 mil 967, entre 0 y 11 años. De este último grupo, 11 mil 813 viajaron acompañados y 154, solos.

En esta situación no solo están las infancias mexicanas, sino también miles de niñas y niños de Centro y Sudamérica que buscan llegar a Estados Unidos, ya sea solos o acompañados.

De enero a agosto de 2024, el Estado mexicano registró el tránsito de 113 mil 542 migrantes menores de edad, es decir, entre 0 y 17 años, lo que significó un incremento de 78.6 por ciento respecto a 2023, cuando se reportaron 63 mil 570 casos.

La deuda de las autoridades mexicanas

Ante la embestida antimigrante de Donald Trump, deberían existir protocolos bilaterales que protejan a las infancias migrantes, pero no existen.

En México, desde hace cuatro años se ordenó que los menores de edad deportados no podían permanecer en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) y debían ser canalizados inmediatamente al DIF. Sin embargo, por la falta de presupuesto y la saturación de los servicios, todo quedó en buenos deseos.

Además del DIF y las autoridades estatales, en este protocolo también debería participar el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).

Al respecto, el coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina, Juan Martín Pérez García, revela que el escenario es crítico, ya que, a diferencia del mandato pasado de Trump, ahora el control territorial de los grupos del crimen organizado es mayor.

Es por eso que, además de la saturación de los albergues y la incapacidad de las autoridades locales y organizaciones civiles, las infancias migrantes enfrentan riesgos como ser explotadas sexualmente, extorsionadas o reclutadas por los grupos del crimen organizado.

Ante esta situación, Pérez García le pide al Estado mexicano no minimizar la crisis migratoria que se avecina y reconocer el impacto que tendrán los recortes presupuestales en el sector salud, educación y en el mismo Instituto Nacional de Migración.

“El Estado mexicano no ha asignado recursos suficientes al DIF y a los gobiernos estatales para garantizar la protección efectiva, ante el evidente desbordamiento de la capacidad instalada en las fronteras, incumpliendo con las reformas migratorias aprobadas en 2020”, señala el especialista.

  • Además, subraya que es crucial reconocer el impacto psicosocial que enfrentan las niñas y niños migrantes. Muchos carecen de acceso a refugios adecuados, atención psicológica y apoyo jurídico, mientras enfrentan altos niveles de estrés, incertidumbre y amenazas del crimen organizado.

Finalmente, el especialista comenta que esta crisis también podría representar una oportunidad para México.

“México puede ser líder regional impulsando un Mecanismo Transnacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes y Refugiados, para que sean las autoridades de infancia de los países de la región quienes coordinen la respuesta de emergencia y no las fuerzas de seguridad”, concluye.

Los albergues ante la deportación: la posible solución

Ahora que Donald Trump ha asumido el mandato de su segunda presidencia en los Estados Unidos, y que se ha intensificado la amenaza de que comience un programa de deportaciones masivas, cobra relevancia la red de albergues que supervisa el Gobierno mexicano y que está especializada en brindar servicios integrales para los infantes migrantes.

El Gobierno de México, a través de la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, supervisa en todo el país el funcionamiento de los albergues para menores de edad denominados formalmente como Centros de Asistencia Social, mismos que son operados tanto por instancias gubernamentales como privadas.

Estos Centros de Asistencia Social tienen como objetivo primordial prestar servicios de alojamiento y cuidado para los menores de edad que carecen de una familia. Sin embargo, algunas decenas de estas instalaciones se han especializado en la atención de los infantes migrantes, según la información publicada por dicha Procuraduría Federal.

El Registro Nacional de Centros de Asistencia Social revela que 56 de estos albergues han focalizado sus servicios hacia los menores de edad migrantes, y que los mismos se encuentran localizados en 25 entidades federativas del país, lo que significa que están cerca de alcanzar una cobertura nacional.

  • Las entidades federativas que destacan por tener el mayor número de estos albergues especializados para infantes migrantes son: Chiapas, en el primer puesto, con 13 instalaciones; seguido de Chihuahua, con siete; y Tamaulipas, con cinco.
  • Los estados de Sonora, Tabasco y Tlaxcala tienen tres centros cada uno, mientras que Campeche, Quintana Roo y el propio Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) tienen dos albergues por estado.

El resto de los albergues con atención especializada para las infancias migrantes, que podrían ser de gran utilidad en caso de que el nuevo presidente de los Estados Unidos cumpla su amenaza de deportaciones masivas, tienen la siguiente distribución geográfica (con un centro por estado): Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Colima, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Veracruz, Yucatán y Zacatecas, de acuerdo con la información contenida en el “Registro Nacional de Centros de Asistencia Social” del Gobierno federal.

  • La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece las características que deben presentar los centros de asistencia social de todo el país, específicamente en su Artículo 108, donde se detallan los requisitos obligatorios para estas instalaciones, como los siguientes:

“Ser administradas por una institución pública o privada, o por una asociación que brinde el servicio de cuidado alternativo o acogimiento residencial para niñas, niños y adolescentes sin cuidado parental o familiar”;

“Su infraestructura inmobiliaria deberá cumplir con las dimensiones físicas acordes a los servicios que proporcionan y con las medidas de seguridad y protección civil en términos de la legislación aplicable”.

Así como estos otros lineamientos obligatorios:

“Contar con medidas de seguridad, protección y vigilancia necesarios para garantizar la comodidad, higiene, espacio idóneo de acuerdo a la edad, sexo o condición física o mental de los niños y adolescentes alojados, de manera tal que se permita un entorno afectivo y libre de violencia”.

Niños repatriados

El Sexto Informe de Gobierno que rindió el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirma que las repatriaciones de connacionales provenientes de suelo estadounidense pueden alcanzar volúmenes muy importantes en el transcurso de un año, incluyendo el retorno de miles de infantes mexicanos que son devueltos al país sin ninguna compañía. Este fenómeno, que ya presentaba cifras alarmantes, podría intensificarse aún más debido a la estrategia de retornos masivos que prometió durante su campaña el presidente norteamericano, Donald Trump.

“En el marco de los arreglos locales de repatriación, del 1 de septiembre de 2023 al 30 de junio de 2024, se recibieron 155 mil 442 eventos de retorno de población mexicana procedente de EUA: 107 mil 018 hombres, 27 mil 382 mujeres y 21 mil 042 menores de edad”, se señala en el informe.

  • El documento también resalta la preocupación por la vulnerabilidad de los niños en este contexto, con especial énfasis en aquellos que fueron repatriados sin acompañante. “A través de los Oficiales de Protección a la Infancia y Atención a Grupos Vulnerables, ubicados en las 32 Oficinas de Representación del INM, se brindó asistencia y protección a 130 mil 964 niñas, niños y adolescentes migrantes del extranjero. De esta cifra, 125 mil 058 menores de edad viajaban en compañía de una persona adulta y 5 mil 906 se encontraban sin acompañamiento; asimismo, se dio atención a 10 mil 122 niñas, niños y adolescentes repatriadas y repatriados mexicanos no acompañados”, señala el informe.

El panorama de las repatriaciones y deportaciones podría volverse mucho más complejo con las políticas antimigrantes de la administración de Donald Trump. El 16 de enero de 2025, la organización Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) advirtió que el escenario migratorio que podría configurarse en la segunda presidencia de Trump podría constituir un desafío mucho mayor. Según WOLA, “El enfoque de Trump en la deportación masiva, probablemente utilizando personal militar, algo sin precedentes en la historia moderna de EU, podría expulsar a millones de personas mediante redadas, internamiento en campamentos y deportaciones a gran escala. Un renovado programa ‘Quédate en México‘ podría enviar a decenas de miles de solicitantes de asilo a esperar su trámite en México, si el gobierno mexicano se ve obligado a aceptarlo. (…) La construcción del muro fronterizo se reanudará”.

Este enfoque podría agudizar aún más los riesgos a los que están expuestos los niños migrantes, quienes, al ser deportados, quedan atrapados en un ciclo de desprotección, separaciones familiares y vulnerabilidad frente a situaciones de abuso, trata de personas y explotación laboral. Por lo tanto, es esencial que las autoridades mexicanas actúen con determinación para proteger a estos menores de edad, garantizando que sus derechos sean respetados y sus condiciones de vida sean dignas, mientras se implementan estrategias de apoyo más robustas en los albergues y se fortalezcan los protocolos de atención para evitar mayores tragedias./Agencias-PUNTOporPUNTO

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