La Procuraduría General de la República (PGR) se encuentra acéfala. El Estado ha postergado durante ocho meses el nombramiento de un titular, luego de que el 16 de octubre de 2017 presentó su renuncia Raúl Cervantes a la Junta de Coordinación Política del Senado.
Desde Sergio García Ramírez, extitular de la PGR (1 diciembre de 1982-30 noviembre 1988), la dependencia no ha tenido continuidad en los funcionaros que la encabezan.
Entre el 1 de diciembre de 1988 y junio de este año la dependencia ha estado bajo el mando de 15 titulares. Cinco de ellos en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; dos en el mandato de Ernesto Zedillo y dos en el de Vicente Fox; tres en el periodo de Felipe Calderón Hinojosa; y tres en la presente administración.
Crisis
- Especialistas en temas jurídicos y de seguridad consideraron que la falta de continuidad y la carencia de un titular ha llevado a la PGR a enfrentar una crisis de credibilidad. Esto se ha incrementado por casos como Odebrecht, Ayotzinapa, deficiencias en el Sistema de Justicia Penal o, incluso, la falta de resultados en el combate contra el narcotráfico, huachicol o armas de fuego.
- “Es terrible, es una irresponsabilidad del gobierno federal. La falta de un procurador desmoraliza a la gente que trabaja en PGR. No hay un titular que pueda hablar de tú a tú a los secretarios de Estado, a los gobernadores, al sector privado, a las organizaciones de la sociedad civil, porque al final del día sólo hay un encargado de despacho”, comentó Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, coordinador académico del Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
- “Es grave el que no se haya nombrado a un procurador, no me explicó por qué. Es un problema que ha sido del Senado de la República, pero también del Ejecutivo. La existencia de un fiscal es necesaria, pero no es imprescindible para realizar las investigaciones que se tengan que llevar, sin embargo no se ha notado la firmeza del procurador. Si hubiera voluntad se estarían llevando las investigaciones”, dijo Everardo Moreno Cruz, abogado y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La omisión más importante es la reforma de fondo a las instituciones para después dar paso al nombramiento del titular. Claro que me parece grave la omisión legislativa que ha conducido a la falta de una Fiscalía autónoma, así como la falta de nombramiento de un procurador o fiscal”, indicó el doctor Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
“La Procuraduría está en su peor momento en la historia del país. La PGR tiene una cantidad tremenda de casos que no ha concluido. Cada vez se saturan más sus capacidades de procuración de justicia, de llevar adelante casos pendientes y los que se le siguen acumulando. Además, está en la transición a la Fiscalía”, dijo Gerardo Rodríguez.
“Es desafortunado que no tengamos una persona con toda la base jurídica necesaria para realizar las labores de procuración de justicia, sí es un problema. Además, recordemos que un encargado de despacho es designado libremente por el Presidente de la República, mientras que un titular de la PGR requiere de la aprobación del Senado”, consideró el doctor Pedro Salazar.
“Otros países ven mal que no haya procurador. Durante una visita a Washington me comentaron que era algo terrible que no hubiera procurador, cuando los problemas de inseguridad, procuración de justicia e impunidad son grandes”, explicó Gerardo Rodríguez.
“Sugiero que no se apresuren los tiempos, y en vez de nombrar de manera apresurada a una persona, primero es necesario llevar a cabo las reformas para la Fiscalía e inmediatamente después el nombramiento del titular de la Fiscalía, la cual será una persona que tendrá la responsabilidad de impartir procuración de justicia y la responsabilidad de construir la institución sobre las bases legales que se le dieran”, refirió Pedro Salazar./ CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR