El Covid-19 ha reavivado la preocupación de países, especialistas y organizaciones de salud sobre la transmisión de la enfermedad por las nuevas variantes que han comenzado a circular en todo el mundo, a más de tres años del comienzo de la emergencia sanitaria que sumió a la población global en una crisis en materia de salud y numerosos fallecimientos.
No obstante, continúan explorándose las secuelas y posibles enfermedades que puede provocar un contagio de coronavirus en el organismo humano y ahora diferentes estudios han apuntado a que las personas podrían desarrollar diabetes, cardiopatías y enfermedades del corazón, de acuerdo con información del portal neolezandés 1news.
- Diversas investigaciones realizadas, como la de la JAMA Cardiology, sobre los efectos que tiene en el corazón la enfermedad, hallaron que hasta el 78% de personas, que se sometieron a una resonancia magnética tras padecer la enfermedad, presentaban anomalías cardiacas o inflamación del miocardio.
- La mayoría de estas personas lo notan al identificar que no pueden someterse a las mismas pruebas de esfuerzo que antes, además de otros rasgos en su salud cardiorespiratoria.
- En cuanto a la diabetes, quienes desarrollaron Covid-19 grave tienen mayor vulnerabilidad frente a este padecimiento, pues una investigación de la Universidad de McMaster Canada encontró el daño que puede causar el virus al páncreas y así desarrollar hiperglucemia, lo que posteriormente se traduce en diabetes.
De esta manera, una médica consultada por dicho medio neozelandés, Gary Payinda, de Northland, Nueva Zelanda, explicó que aún se desconocen todas las enfermedades que podría causar el Covid-19 y sus secuelas, por lo que es importante no bajar la guardia ante la enfermedad, así se conciba actualmente como una “gripe”.
“Hay muchas secuelas a largo plazo del Covid que aún desconocemos y que quizá no conozcamos en años”.
- Además, indicó que “no es buena idea someterse a infecciones repetidas innecesarias por algo que podría dañar el organismo a corto y largo plazo”.
- De acuerdo con la inmunóloga de la Universidad de Auckland, Anna Brooks, las advertencias no son para alarmar a la población sino para adquirir consciencia de la dimensión de la enfermedad y sus posibles repercusiones.
“No lo decimos para ser alarmistas, lo decimos desde el punto de vista de que necesitamos comprender mejor los impactos. Podemos tener respuestas diferentes a virus que hemos visto antes, podemos responder de forma diferente a las vacunas”.
La circulación de las variantes “Eris” y “Pirola”, además de otros sublinajes de ómicron han encendido alarmas a nivel mundial, mientras las farmacéuticas– Pfizer o Moderna–se esfuerzan para concretar la fabricación de sus preparados, adaptados a las nuevas mutaciones y que los países comiencen a aplicarlos./Agencias-PUNTOporPUNTO