Este año, México enfrentará el creciente estrés hídrico y las persistentes sequías con la mitad del presupuesto sugerido por expertos en la materia y menor al observado en 2023, mientras analistas advierten que, de manera “urgente”, se necesitan al menos 85 mil millones de pesos para enfrentar esta crisis que azota a varios estados del país.
- De acuerdo con la partida presupuestal asignada para 2024, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) cuenta con 62 mil 674.61 millones de pesos, 12.6 por ciento menos (en términos nominales) que el año pasado, según datos de la Secretaría de Hacienda.
- En este escenario, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) señaló que México vive una “crisis hídrica” que, al 15 de enero, afecta a mil 613 municipios (65 por ciento del total), con sequías severas, extremas y excepcionales.
Sin embargo, para enfrentar estas condiciones de sequía, Héctor Magaña, profesor del Tec de Monterrey, consideró que al menos se requieren los 75 mil millones de pesos que se canalizaban hace una década para evitar una crisis mayor.
- Al respecto, Mario Di Costanzo, exdiputado de la Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados, consideró que se necesitan 85 mil millones de pesos “de manera urgente” para inyectarlos a proyectos de infraestructura hidráulica. “El problema es que el Gobierno no los tiene”.
“Este año, ya estamos operando con un endeudamiento de dos billones de pesos, lo que quiere decir que cualquier proyecto adicional requeriría pedir prestado, porque a diario nos gastamos recursos en el subsidio al AIFA, a Mexicana de Aviación, al Tren Maya …”, dijo.
A largo plazo, el Consejo Consultivo del Agua considera que se requieren 120 mil millones de pesos anuales en la siguiente década para enfrentar los desafíos de abasto y sequía en el país. Esto implica que, en 2024, sólo se canalizó la mitad de lo requerido.
Lo anterior, dice, debido a que la ubicación del territorio nacional nos hace proclives a la baja disponibilidad de agua. México tiene sólo 0.1 por ciento del agua dulce del planeta y las regiones son, en su mayoría, secas y con temperaturas que superan los 30 grados centígrados, por lo cual se requieren inversiones cuantiosas que eviten una crisis mayor.
“Una nueva disminución del presupuesto –como las observadas entre 2015 y 2022– difícilmente asegura una mejor gestión del agua, en un contexto de sistemas hídricos presionados por sequías particularmente severas”, señaló el Imco. Los principales proyectos de infraestructura contemplan el desarrollo y operación para la distribución de agua potable, alcantarillado y saneamiento, con 44 por ciento del presupuesto y la modernización y rehabilitación de riego y temporal tecnificado, con 32 por ciento.
- Los proyectos principales se centran en Durango, Ciudad de México, Jalisco, Estado de México, Sonora, Nuevo León, Baja California, Hidalgo y Sinaloa, con inversiones por 14 mil siete millones de pesos, entidades que han sido particularmente afectadas por las sequías.
“Uno de los problemas más desafiantes que enfrentamos como país es el tema del agua, es un recurso cada vez más escaso que puede costar no sólo vidas, también pérdidas millonarias en las industrias”, comentó Magaña.
El Imco destacó que uno de los rubros que cayeron fue el presupuesto para la gestión integral y función pública, el cual registró una disminución de ocho por ciento. “Esto es particularmente preocupante en el contexto actual (…) La presión hídrica que enfrenta más de la mitad del país exige un presupuesto suficiente y utilizado racionalmente. Se requiere inversión constante no sólo en infraestructura hídrica, también en proyectos de conservación y manejo sostenible”.
El paquete de Reformas no toca escasez de agua, dice Coparmex
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que el paquete de reformas del Presidente Andrés Manuel López Obrador no incluye temas urgentes como es la crisis del agua y la seguridad.
“El país enfrenta condiciones muy críticas por la inseguridad, un crecimiento preocupante de zonas de influencia del crimen organizado, asaltos al transporte en muchas carreteras del país, desplazamientos en comunidades y población migrante en aumento, al igual que el desabasto de agua y el de medicamentos y vacunas”, señaló en un comunicado.
- Manifestó su preocupación por el hecho de que el paquete de reformas se haya presentado en un momento poco propicio para su discusión porque, al darse a conocer de manera simultánea al proceso electoral, su discusión podría verse condicionada.
“Nuestro llamado es para que en el Congreso se discutan a fondo los temas que inquietan y preocupan a la población, y que no se apueste por la regresión democrática mediante el desmantelamiento de instituciones que han servido para que hoy gocemos de nuestros derechos”, dijo el organismo que encabeza José Medina Mora.
Por falta de agua temen repunte de enfermedades
La escasez de agua en el país puede agudizar la incidencia de enfermedades como dengue, cólera, cuadros de gastroenteritis, psoriasis, parasitosis y hasta incremento en las respiratorias, que ya están presentes y “que están relacionadas con los cambios de hábitos e higiene en la población, pues a menor cantidad de agua es posible mayor situación insalubre”, advirtió a La Razón el especialista en medicina tropical André Siquiera.
Prevé que, debido a la escasez del líquido, las enfermedades llamadas tropicales se hagan más presentes por cuadros severos de gastroenteritis, por ejemplo.
“Enfermedades como la malaria y el virus del chikungunya deben ser atendidas y estudiadas previo al desarrollo de nuevos casos; es por ello que la medicina tropical cobra gran importancia, derivado del cambio climático que está sufriendo la Tierra, y con ello la falta de agua, debido a que al modificarse el clima también cambia la epidemiología de padecimientos transmitidos por vector”, explicó Siquiera. Cabe destacar que en nuestro país, el Hospital General de México cuenta, desde el 2015, con un centro de medicina tropical.
- Al respecto de la escasez de agua, Marlen Romero Fuentes, especialista en medicina clínica por la Universidad La Salle, dijo que esta situación puede dar pie a condiciones no favorables para la salud humana por dos razones: la primera de ellas es que, por el poco consumo de agua potable, se manifiesten padecimientos y enfermedades en el individuo; asimismo, el aprovechamiento de estancamientos de agua puede tener como consecuencia otras enfermedades y poner en riesgo a una o más personas.
“Los problemas más comunes por falta de agua son la piel seca y sin elasticidad, estreñimiento, calambres, fatiga, confusión y desorientación y dolor de cabeza y migrañas; eso es francamente leve en comparación con enfermedades agravantes como el dengue, por ejemplo, que recientemente, con el paso del huracán Otis, fue visible el aumento de la enfermedad ante la falta de agua o la presencia de la misma, pero contaminada”, refirió.
- De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), a pesar de que 93.1 por ciento de los hogares en México tiene acceso a un suministro entubado de agua potable, tres de cada 10 viviendas (11.5 millones) no tuvo diario disponible el servicio potabilizador en 2022 y el panorama fue el mismo para 2023, y se advierte que esto podría agravarse en el 2024.
Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace México, dijo que el no tener acceso al agua aumenta el riesgo de adquirir enfermedades.
“Muchas que padecemos actualmente, principalmente la infancia en condición de pobreza, están vinculadas con la calidad del agua que consumimos (ya sea por saturación de bacterias o sustancias tóxicas) o su abastecimiento; la falta de acceso al agua limita la higiene, lo que agudiza la propensión de algunas personas, principalmente de niñas, niños y adultos mayores, de adquirir enfermedades de otro tipo, como Covid-19”, refirió.
- Ampugnani indicó que, antes de la pandemia, la carga de morbilidad atribuida a la falta de agua, saneamiento e higiene equivalía a 1.8 millones de defunciones y la pérdida de más de 75 millones de años de vida sana. No obstante, señaló, tras el surgimiento del nuevo virus, estas muertes podrían dispararse.
Para la médica clínica Marlen Romero Fuentes, quien también está involucrada en temas ambientales y su vínculo con enfermedades en poblaciones infantiles de zonas marginadas, es importante que más allá de tener un cuidado estratégico de enfermedades, los diferentes órdenes de gobierno escuchen a los expertos, precisamente como organismos ambientalistas.
Recordó que desde hace una década, cuando ella estuvo haciendo prácticas de campo en una zona rural afectada por problemas intestinales, “justamente por falta de agua”, un colectivo se acercó a la comunidad médica para contar sobre una propuesta donde el principal eje de acción radicaba en “los procesos de participación activa de la ciudadanía y las dependencias, así como garantizar su continuidad, a pesar de los cambios de gobierno”.
“Hay muchas organizaciones trabajando desde hace años, pidiendo ser escuchadas para tratar el tema del agua potable y con ello ciertas enfermedades, sobre todo del aparato digestivo, disminuyan, aunque con el Covid-19 se sumó otra preocupación ante la falta de agua. Te dicen: ‘lávate las manos’ pero, ¿con qué agua”, preguntó.
De acuerdo con grupos que impulsan esta propuesta, como Greenpeace, un manejo del agua con visión de cuenca en la ciudad “disminuiría nuestro impacto en emisión de los gases que aceleran el aumento de la temperatura. También se conseguiría reducir los daños a la población, si el plan cuenta con un enfoque de justicia, de equidad de género y de derechos humanos”./Agencias-PUNTOporPUNTO