En sus primeros días de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum ha dejado claro que las Fuerzas Armadas continuarán con una participación activa en la construcción de la obra pública del país, escenario que rechaza la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que aglutina a más de 9,000 empresas de la industria.
- Luis Méndez Jaled, presidente del organismo, argumenta que el papel del Ejército debería atenerse a proyectos relacionados con la seguridad nacional, dejando el grueso de la obra pública en manos de la industria especializada.
«El ejército es una institución muy respetada por todos nosotros, cuyo objetivo es abordar la soberanía de nuestro país, cuidarnos, proteger la seguridad de cada mexicano», declaró en conferencia de prensa. Sin embargo, enfatizó la experiencia y especialización del sector privado, «pero nosotros como constructores tenemos una larga especialización y muchos años formándonos en temas no solamente técnicos, sino jurídicos, legales, laborales, que es lo que nos hace llegar a hacer estas obras con gran calidad, costo y tiempo».
Por lo que su propuesta es que esta visión cambie en la administración de Claudia Sheinbaum. El organismo señala que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la participación militar en las obras públicas acaparó obras por alrededor del 20% del presupuesto, y el resto recayó en empresas privadas, por lo que buscan que este índice no incremente.
Propuestas y diálogo con el nuevo gobierno
A pesar de sus reservas, la CMIC dice no cerrarse al diálogo. Por el contrario, ve oportunidades en las 650 necesidades de obra pública que han identificado y discutido con Jesús Esteva Medina, secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. Estas obras, que abarcan sectores como transporte, educación y salud, requieren una inversión estimada de 1.4 billones de pesos, una cifra que supera con creces el presupuesto actual destinado a infraestructura.
- «Creemos que se necesita el doble o tal vez el triple de inversión en infraestructura», afirmó el presidente de la CMIC, sobre todo en un panorama en donde el presupuesto para el sector se redujo 27% en el último año.
Ante este panorama de recursos limitados y necesidades crecientes, la CMIC propone una solución: esquemas de inversión mixta, pública y privada. «No hay ningún recurso que alcance para todos estos proyectos», señaló Méndez Jaled, por lo que busca convencer a la presidenta de México de incluir a las constructoras en el desarrollo de estos proyectos con financiamiento privado.
Mantenimiento de infraestructura existente
La preocupación de la CMIC no se limita a las nuevas obras. El estado actual de la infraestructura existente, especialmente las carreteras, es otro punto de alarma.
- En el sureste del país, después de la construcción del Tren Maya, autopistas y caminos quedaron dañados por el paso de maquinaria pesada. La Sedena quedó a cargo de su mantenimiento, pero las obras no se han concluido. De acuerdo a Luis Méndez Jaled, «dos de cada 10 kilómetros están en muy malas condiciones y eso apremia».
- La situación se ha visto agravada por recortes presupuestarios. «El año pasado se retuvieron 11 mil millones de pesos para temas de mantenimiento, había licitaciones ya en curso, pero se detuvieron. Este año no se llevan ni 7 mil de lo presupuestado», explicó Méndez Jaled.
En este contexto complejo, la CMIC no actúa sola. Mantiene un diálogo constante con el gobierno y otros organismos del sector. «tenemos una gran relación con Canadevi, hemos trabajado muy de la mano, inclusive también de la mano de de Alejandro Malagón en Concamin, y estamos muy comunicados», afirmó Méndez Jaled.
El objetivo es claro: encontrar un equilibrio entre la participación del sector privado y las iniciativas gubernamentales en materia de infraestructura. «No se trata de un frente de resistencia», aclaró Méndez Jaled, «estamos en el mismo canal y buscamos mucha comunicación. No bajaremos del lado del reclamo. Siempre, siempre, con comunicación y con propuesta»./Agencias-PUNTOporPUNTO