Ocho de cada 10 PROGRAMAS SOCIALES de EPN, no erradicaron la POBREZA en el PAÍS

Los programas que presentaron un bajo desempeño fueron el 64.33 por ciento y los programas catalogados como de “caja negra”

Imagen de Presidencia de la República EPN

La organización Gesoc identificó que durante la administración federal pasada sólo el 16.81 por ciento de los programas evaluados por el Indep entre el ejercicio fiscal 2012 y 2018, mostraron un desempeño destacado (Óptimo y Alto Potencial), teniendo su punto más bajo en el año 2014 (12.94 por ciento) y su punto más alto en el año 2013 (20.26 por ciento).

  • Ocho de cada 10 programas sociales del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), no funcionaron para erradicar la pobreza en el país, de acuerdo con el Índice de Desempeño de los Programas Públicos Federales 2019.
  • Con base en los datos de 2018, la medición elaborada por la Agencia para el Desarrollo A. C. (Gesoc), solo el 16.81 por ciento de los programas sociales mostraron un “desempeño destacado”; en 2014 solo el 12.94 por ciento.

Los programas que presentaron un bajo desempeño fueron el 64.33 por ciento y los programas catalogados como de “caja negra”, es decir, que se implementaron en condiciones de opacidad casi total, fueron en promedio 18.84 por ciento y absorbieron más de 360 mil 292 millones de pesos a pesar de que no cumplieron con las condiciones mínimas para estimar su desempeño.

Alfredo Elizondo Rosales, Coordinador General de Gesoc, consideró que la administración priísta “tuvo buenas intenciones, pero se modificaron rápido”, ya que se concentraron en modificar no las condiciones de pobreza, sino la percepción de los pobres sobre su condición.

“La Cruzada intentó atender la coordinación de las dependencias y los niveles de gobierno; sentó a todos los niveles. Se intentó pero fracasó y se abandonó la estrategia. Con [José Antonio] Meade, [la estrategia] pasó a cómo cambiamos la percepción de los pobres de su situación de pobreza. Luego, había más presupuesto, más incentivos para que los operadores siguieran haciendo lo mismo porque no había consecuencias respecto a lo que se hacía con los programas. Se pensó en ‘no desperdiciemos tiempo en cómo modificamos los programas sino la percepción de los pobres sobre su percepción’”, comentó./SIN EMBARGO-PUNTOporPUNTO

Nota completa en el enlace:

https://www.sinembargo.mx/05-11-2019/3673508

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario