La presencia de las fuerzas armadas apunta a extenderse en uno de los sectores de mayor dinamismo de la economía mexicana: el turismo. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) han asumido el control de cada vez más infraestructura, que, más allá de las obras estrella del sexenio, se extenderá a la operación de servicios aéreos e incluso de transporte marítimo en destinos turísticos.
- Hasta ahora, el rol de las fuerzas armadas en el turismo se había mantenido en el rubro de seguridad. A través de diferentes operativos, el resguardo de bastiones clave para el turismo, como Cancún y Acapulco, se convirtió en una de las prioridades para dar certidumbre a los turistas.
Sin embargo, el papel de los militares escaló del rubro de seguridad, al de la construcción, como fue el caso del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), así como del Tren Maya, que además de correr a su cargo en parte del Tramo 5 y la totalidad de los tramos 6 y 7, será patrimonio de la Sedena.
- Aunado a ello, el brazo de los militares se ha extendido a otros recintos clave para el turismo de ciertas regiones. En Cabo San Lucas, la Semar fue asignada para tomar el control de la administración portuaria integral, que en 2019 recibió a poco más de 200 cruceros de los que desembarcaron más de medio millón de turistas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
- Recientemente, el secretario de turismo Miguel Torruco dio luz del nuevo rol de las fuerzas armadas: la operación de vuelos y ferris a Islas Marías, que cerró como complejo carcelario en 2019, y en el que se busca forjar un nuevo destino turístico que conviva en el área natural protegida. Incluso, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la Marina ofrecería los paquetes turísticos de la región.
Por una parte, los representantes de la industria turística consideran que el rol de la armada es esencial para preservar la seguridad en los destinos.
“La seguridad, incluso en el turismo, es fundamental”, dice a Expansión Julia Simpson, presidenta y CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). “A veces no cuestiono, pienso que sí hay necesidad (de la presencia dela armada). El mundo del turismo puede fallar cuando no hay seguridad. El momento en que el turista no se siente seguro, ya no hay turismo”.
- Aunque la percepción de inseguridad es baja en algunos destinos como Puerto Vallarta, Los Cabos y La Paz, en otros, como Cancún, supera a la media nacional, reflejan datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi a marzo de este año.
“Como país e industria tenemos importantes retos que impactan en la llegada de turistas tanto nacionales como internacionales. Debemos prestar mayor atención en la percepción que se tiene de nuestro país, principalmente, en términos de seguridad”, señala Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
- De ahí que el paso que las fuerzas armadas atiendan de la seguridad a la operación de un destino preocupa a los especialistas.
- Para Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana, incluso en un papel en el que la presencia de los militares se limite a la operación de transporte como el ferroviario, marítimo o aéreo, podría ser arriesgado.
“El turismo es fundamentalmente experiencia, me cuesta trabajo pensar en el Ejército como creador de experiencia”, advierte. “No está entrenada en la experiencia del cliente, no puedes esperar que un soldado pueda ser mercadólogo”.
Mientras el Tren Maya está programado para comenzar a operar a finales de 2023, los vuelos y ferris en Islas Marías podrían arrancar este mismo año, de acuerdo con la Secretaría de Turismo./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO