En el último año, al menos 39 estadounidenses han sido secuestrados en México, la cifra es la más alta en una década y para cualquier país fuera de la Unión Americana, de acuerdo con datos del Departamento de Estado.
- En menos de una semana, cinco estadounidenses, tres de ellos en Ciudad Juárez y dos en Baja California, fueron privados de la libertad, obligando la intervención del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para liberarlos, tras pagar rescates que van de los cinco mil hasta los 10 mil dólares.
- El último caso sucedió hace dos semanas. Se trató de un hombre de más de 40 años que una vez liberado en Juárez pidió ser regresado de inmediato a su país sin aceptar siquiera presentar la denuncia respectiva.
- Michoacán, Quintana Roo, Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas y Jalisco son otros de los estados de la República en los que han sido secuestrados estadounidenses este año. Michoacán y Tamaulipas fueron decretados en febrero pasado por el Departamento de Estado con el nivel más alto de peligrosidad por lo que recomendó a los estadounidenses no visitarlos.
Tamaulipas fue, también, el escenario en el que en marzo de 2023 cuatro estadounidenses, entre ellos una mujer, fueron secuestrados por presuntos integrantes del crimen organizado cuando se dirigían en su camioneta a una cita médica por una carretera de Matamoros. Cuatro días después fueron rescatados, dos de ellos sin vida, poniendo en riesgo la colaboración en materia de seguridad entre México y Estados Unidos, quien calificó el plagio como inaceptable.
“Los secuestradores cada vez se organizan mejor y son más agresivos con las personas que privan de la libertad”, señala el Departamento de Estado en su informe.
- Agrega que, como modus operandi, los secuestrados son llevados a casas de seguridad donde son despojados de sus pertenencias y documentos, torturados y grabados por los plagiarios, quienes envían las imágenes a sus familiares en Estados Unidos para que paguen el rescate lo más rápido posible, intentando evitar que las autoridades intervengan.
- “En la mayoría de los casos, las autoridades no dan con los secuestradores y menos aún los llevan ante la justicia. También en la mayoría de los casos es la propia familia quien negocia el rescate”, subraya la dependencia, encargada de velar por la seguridad de los estadounidenses en el mundo.
En México, el secuestro se castiga con penas que van desde los 10 hasta los 70 años de prisión, dependiendo de la gravedad del delito y la presencia de agravantes o atenuantes.
Además de la cárcel, se puede imponer una multa que puede ir de los 200 a los 24 mil días de salario mínimo, de acuerdo con la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, la cual incluye el secuestro exprés.
“Lamentablemente es un crimen basado en la codicia; un crimen en el que, desafortunadamente, la tortura es común y hay grupos especialmente sádicos”, dijo Andrés quien ha sido negociador por más de diez años.
Añadió que incluso hay grupos dedicados a secuestrar exclusivamente a extranjeros porque representan una ganancia más alta al cobrar el rescate en dólares o euros y pagan más rápido la extorsión.
“Sobre todo en el norte del país donde miles de estadounidenses viajan cada año a pasar vacaciones o a hacer negocios, los estudian por meses e incluso hemos sabido de casos en los que los secuestradores cruzan la frontera para identificar a los familiares”, agregó Andrés, quien prefiere no se mencione su apellido por seguridad.
- David Saucedo, experto en seguridad, coincide en que el secuestro es una de las industrias que más ganancias reditúa al crimen organizado, sólo por debajo del tráfico de drogas.
- “Cuando hablamos de secuestros en México nos referimos a una violencia cotidiana, a parte del menú de violencia que a diario sufren sus habitantes”, afirma el consultor en seguridad.
- Saucedo pone el foco en el secuestro de extranjeras, con fines de explotación sexual, es decir, de jóvenes que son engañadas y reclutadas para ser prostituidas.
“El abanico del secuestro en México es amplio. Está el que se produce para obtener una única ganancia inmediata, es decir, se llevan a la persona por la que piden rescate y lo entregan. Otro es el que infligen contra miles de mujeres a las que mantienen secuestradas por años para explotarlas sexualmente, pero también existe el secuestro con fines políticos orientado, principalmente, hacia activistas y periodistas”, concluye el experto./Agencias-PUNTOporPUNTO