Patricia Segura Medina, investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), alertó sobre el posible aumento en los casos y anticipa nueva ola de COVID-19 en Marzo.
Segura dice que por el cambio del semáforo epidemiológico y la llegada de la Semana Santa, muchas personas decidirán salir de sus casas, lo que podría generar una nueva ola de contagios de COVID-19 en México.
- Durante la “Conferencia Protección de la salud para la temporada seca-caliente”, Segura sostuvo que además de las variantes de COVID-19, se podría dar una relajación en las medidas sanitarias, como dejar de respetar sana distancia o no usar el cubrebocas.
- La investigadora dijo que en el periodo de vacaciones de Semana Santa podrían darse aglomeraciones. Aunado a esto, el calor incrementa la vulnerabilidad de la población a contraer COVID-19.
Al respecto, Gabriela del Carmen, directora de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades no Transmisibles de la Secretaría de Salud (Ssa), explicó que el aumento de periodos con incremento de ozono incrementan con el calor, lo que podría incrementar los síntomas de COVID-19.
Es por eso que Segura instó a las autoridades a que se agilice el proceso de aplicación de la vacuna contra COVID-19, ya que se requiere que al menos el 80 por ciento de la población sea inoculada para desarrollar cierta inmunidad. De lo contrario podrían continuar las olas de contagio.
Retorno a las actividades desatará nuevos contagios
Mientras algunos sectores retoman actividades y escuelas particulares pugnan por recibir a los alumnos, especialistas alertan que esto aún representa graves riesgos. Retomar el ritmo de vida habitual en México podría provocar que se desate la tercera ola de contagios por Covid-19, advirtió el actuario y doctor en Ciencias Matemáticas por la UNAM, Arturo Erdely.
- En una entrevista con Publimetro explicó que si bien en los casos confirmados y los decesos productos del segundo brote se encuentran a la baja, el país aún no logra el control epidémico ni la inmunidad necesaria para evitar contagios por el incremento en la movilidad de la población, tomando en cuenta también la presencia de las variantes del coronavirus que lo contagian más rápidamente.
- “Es un riesgo latente, pero todavía es más peligroso intentar retomar las actividades, viendo las experiencias de otros países que aunque lograron un control epidémico, tuvieron rebrotes más fuertes”, dijo.
Como ejemplo mencionó que varios países europeos que el verano pasado disminuyeron mucho sus contagios y al reintentar retomar actividades “fue donde les llegó el rebrote que resultó mucho más fuerte que el primero”.
El académico estimó que, hasta el martes pasado, casi 60 millones de mexicanos ya tuvieron exposición al virus SARS-CoV-2, es decir, casi 47% de la población total.
Inmunización por contagios
Esto, tomando en cuenta los resultados parciales de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Covid-19 (Ensanut Covid-19), que incluyó un muestreo serológico de la población, para tratar de estimar qué porcentaje ya había tenido exposición directa al virus y que en aquella ocasión, a noviembre de 2020, estimó 25%.
- “Cuando ya tienes casi la mitad de la población con exposición al virus y que tiene algo de inmunidad, quizá no la perfecta, pero algo, eso explica que haya un descenso de casos desde mediados de enero”.
“Quizás lo que ayude un poco más es el hecho, tristemente, de que mucha gente ya se infectó, ese es el tema. Cuando ya mucha gente tuvo la infección adquiere algo de inmunidad y eso nos empieza acercar a la inmunidad colectiva aunque lo ideal sería alcanzarla por la vacunación, pero va tan lenta que estamos llegando más por infecciones que por vacunación”, dijo.
México, lejos de los extremos en medidas para contener al covid
Al cumplirse un año de la pandemia en México, el gobierno relajó las medidas para evitar la propagación de covid-19, por lo que el Índice de Rigurosidad Gubernamental desarrollado por la Universidad de Oxford, coloca a nuestro país con 57 puntos de 100, una respuesta media ante la pandemia de covid-19, señaló Jorge Baruch Díaz Ramírez, vocero de la Comisión para la atención de la emergencia por coronavirus de la UNAM.
“México está en la media, lo que otros pudieran llamar ni tan estricto, ni tan relajado y esto se debe al semáforo de riesgo epidemiológico”, señaló el jefe de la Clínica del Viajero de la UNAM.
- El índice evalúa la respuesta gubernamental, a lo largo del año, mediante nueve métricas que incluyen el cierre de escuelas y lugares de trabajo, cancelación de eventos públicos; restricciones de reuniones públicas; cierres de transporte público; llamado a quedarse en casa; campañas de información pública; restricciones a la movilidad y controles de viajes internacionales.
Así que con la implementación de la Jornada Nacional de Sana Distancia, mediante el cual se estableció el Quédate en casa, México alcanzó 80 puntos del índice entre abril y mayo, el nivel más alto para nuestro país, ya que a partir de junio las medidas se relajaron y comenzaron a descender, cuando cayó a 70 puntos.
- Durante los festejos patrios, el país registró 67 puntos y durante las fiestas decembrinas se elevó ligeramente a 71 puntos. Pero con la llegada del año nuevo, la rigurosidad gubernamental se relajó aún más, por lo que desde mediados de febrero México tiene 57 puntos del índice.
- “Los países con medidas más estrictas en todas las políticas son el Reino Unido que tiene un puntaje de 87.96 de 100; Canadá que es de nuestra misma región tiene un 75 de calificación, Estados Unidos tiene 68 y México tiene un 57”, señaló Díaz Ramírez.
Añadió que al desglosar el índice de la Universidad de Oxford por contención, actualmente el Reino Unido tiene un puntaje de 79 de 100 puntos, Canadá 70, Estados Unidos 66 y México 59 puntos, “esto tiene que ver con qué tan estrictos fueron para implementar medidas”.
- Destacó que los países de Europa se mantienen con los niveles más altos de contención, como el Reino Unido con cerca de 88 puntos e Italia con 82, Francia con 72 y España con 71. Pero también diversos países de América del Sur tienen altos niveles del índice de contención, como Perú y Argentina con 77 puntos y Colombia con 73.
- El especialista de la UNAM, resaltó que la disminución de la interacción social de cualquier país o región ayuda a disminuir el número de contagios y por lo tanto, la intensidad de la transmisión comunitaria, pero destacó que el confinamiento no es la única medida para hacer frente a la pandemia de covid-19.
“El confinamiento no es la panacea, realmente tiene que ser una intervención múltiple, paralela, de disminución de la interacción social a esto se refiere el confinamiento, también en el espacio público, en la movilidad de las personas, y un aumento en las medidas que han demostrado ser efectivas para combatir la transmisión”.
“El uso del cubrebocas de manera masiva y consistente, y también el uso de los desinfectantes para sanitizar superficies, espacios públicos y desinfectantes para uso propio, como el alcohol gel, y con las vacunas se añade otra que nos ayudará a moderar la intensidad cuando se alcance la inmunidad de rebaño”, indicó.
- Jorge Baruch Díaz, recordó que al inicio de la pandemia no estaba claro qué tan efectivo podría ser el confinamiento prolongado y se comenzaron a tomar algunas propuestas sobre confinamiento escalonado, “se tradujo en la estrategia de semáforo epidemiológico que comenzó a implementar México con anticipación, y que después la OMS en la región de las Europas comenzó a implementar”.
Sin embargo, los países en vías de desarrollo tuvieron mayor dificultad para declarar confinamientos prolongados, dijo, “porque esto trastoca muchos sectores que al final, colapsan la economía y las reservas financieras de cada país, de tal forma que no se puede contener, sin evitar algunas otra crisis”.
- De tal forma, sostiene que el confinamiento se debe de evaluar no sólo por los sistemas de salud de los países, sino por todos los sistemas que interdependen como el económico, educativo, transporte, movilidad, gobierno, bienes e insumos para la salud y la seguridad alimentaria.
- En ese sentido, sostuvo que “lo que más evidentemente falló en México fue la estrategia de comunicación ,y ese ha sido el talón de aquiles de la estrategia para disminuir la transmisión de casos en México”, ya que no fue consistente en los diferentes niveles de gobierno, ni entre los diferentes actores de la sociedad.
El vocero de la Comisión universitaria para la atención de la emergencia por coronavirus insistió en la necesidad de disminuir la interacción social en la medida de las posibilidades de la población.
“Esa ha sido clave en la disminución de los contagios, evitar compartir el espacio público que es una de las acciones que fomentan los contagios, evitar las salidas de tipo no esencial, lo que incluye viajes al interior de México o internacionales; evitar las fiestas y reuniones de personas externas a nuestro núcleo de residencia habitual, y también incluye evitar visitar a nuestras familias o amigos porque alimenta estas cadenas de transmisión o las perpetúa”, apuntó.
Ante la próxima temporada de asueto por la Semana Santa, el especialista destacó que la población debe ordenar sus prioridades y tomar una decisión de manera informada, y preferir el aislamiento voluntario, además de recordar que las recomendaciones de viaje dependen del semáforo de riesgo epidemiológico.
“Si vamos a interactuar que sea con nuestro núcleo de la residencia habitual, nadie externo. Si queremos desplazarnos entre regiones, si estamos en semáforo rojo no podemos hacerlo, ni siquiera podemos salir de nuestras casas”.
En semáforo naranja se pueden realizar viajes dentro de la misma región, pero no entre regiones. En amarillo, se puede desplazar entre regiones del mismo país o viajes internacionales dentro de la misma región de Norteamérica. Es en semáforo verde cuando ya se podría desplazar a otras regiones interhemisféricas o intercontinentales, señaló./Agencias-PUNTOporPUNTO