Durante el último año se revirtió la tendencia descendente que México había observado en el número de personas sin identificar que fueron víctimas de asesinato. Luego de una baja consecutiva de cuerpos sin identificar que se tuvo desde el 2019, ya iniciado el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, cuando se documentaron mil 882 casos, la situación en el año pasado se fue a la inversa.
- En el 2020 se reportaron mil 585; en 2021, mil 429; en el 2022, mil 381; en 2023, mil 037, mientras que en el 2024 volvió a incrementarse a mil 075. De este último año, 262 víctimas de homicidio sin identificar se documentaron en el último trimestre, ya iniciado el sexenio actual.
- Además, los meses con mayor cantidad de cuerpos en los que no se precisó el sexo ni edad de las víctimas fueron junio y julio, de acuerdo con una revisión hecha por La Razón a las bases de datos de personas víctimas de homicidio.
Del 2019 al 2025 se han registrado ocho mil 622 personas que sí fueron localizadas como víctimas de homicidio, pero que no están identificadas para conocer si eran hombres o mujeres ni qué edades tenían. En total, del registro disponible a partir del año 2015, son 15 mil 057 personas en estas circunstancias.
Además, entre enero y febrero de este 2025 se ha registrado el mayor número de cuerpos de personas asesinadas sin identificar su sexo ni edad para un primer bimestre en los últimos cuatro años, lo cual es visto como una consecuencia del déficit de personal forense que enfrenta México desde años atrás.
En el primer bimestre de este año se localizaron 233 víctimas de las cuales no se identificó ni el sexo al que pertenecían ni tampoco su edad. Al considerar el total de personas ejecutadas en estos meses —siete mil 369—, se encuentra una tasa de tres por cada 100.
Se trata del registro de aquellos cuerpos que sí son encontrados y por los que sí se abre una carpeta de investigación a raíz de la identificación del delito cometido, ya sea homicidio doloso o culposo.
La cifra de este arranque de año es la más elevada desde el 2022, cuando en el mismo lapso ese año se tuvo el registro de 180 cuerpos; para el 2023 fue de 152 y para el 2024, de 165.
El doctor Rogelio Barba, coordinador del Departamento de Criminología de la Universidad de Guadalajara (UdeG), atribuyó estas faltas de identificación a un déficit de personal forense, específicamente criminalistas, para procesar no sólo los homicidios sí identificados, sino los hallazgos de cuerpos en diversas situaciones.
A ello, dijo, se suma lo que llamó una habilidad que ya ha adquirido el crimen organizado para desaparecer la identidad de una persona, que va desde despojarla de pertenencias o marcas que la hagan reconocible, hasta disipar cualquier rastro del cuerpo mismo.
“Es una evidencia de que las fiscalías de los estados no hacen el trabajo de identificación criminalística de las personas. El procedimiento es levantar a la persona con sus pertenencias, si venía en un vehículo, si tenía alguna identificación, tomar sus huellas, etcétera. También la delincuencia organizada mueve gente, les quitan identificaciones y los hacen invisibles”, declaró, en entrevista.
De acuerdo con el reporte Servicios Periciales y Servicio Médico Forense 2024, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el país únicamente cuenta con 14 mil 68 personas que laboran dentro de los servicios periciales en la Fiscalía General de la República (FGR) y en las unidades estatales, pero en sí, sólo 10 mil 985 son personal estrictamente dedicado a peritajes; el resto, es de tipo administrativo.
- El especialista enfatizó que el problema yace en una “crisis de formación” de especialistas forenses, que deviene de salarios y la falta de equipamiento que permita desarrollar las capacidades para la identificación humana. Particularmente, aseguró que México carece de personal genetista, que es uno de los esenciales.
- Hasta el 2023, el total de especialistas en genética forense en la FGR y los estados fue de únicamente 515. Ésa es la cantidad de personal que el país tuvo disponible para atender la recepción de 94 mil 893 cadáveres y 11 mil 690 piezas humanas, al menos en 2023, que es el último año reportado. De estos cuerpos recibidos, nueve mil 134 no fueron identificados y terminaron en anfiteatros, fosas comunes, almacenados en centros de resguardo u homólogos, y en laboratorios, así como otros tipos de destino.
Rogelio Barba apuntó que esta situación también se convierte en un tema de salud pública, ya que el “hacinamiento” de cadáveres que enfrentan varias unidades forenses expone al personal no equipado a adquirir alguna enfermedad por contaminación.
“Hay un hacinamiento, tiene que ver con la salud pública también para las personas que trabajan en estas dependencias, empleados de servicio que no tienen nada que ver con estos indicios, que tienen que mantener limpio y pueden ser infectados por lo que pulula”, señaló.
Al evaluar el plan expuesto recientemente con la Presidenta Claudia Sheinbaum para atender las desapariciones y la identificación, enfatizó que sí urge fortalecer a los servicios periciales, desde la preparación hasta la remuneración, pero también atender la profesionalización de las fiscalías y policías que, al ser los primeros respondientes, no incurran en omisiones ni faltas que afecten el tratamiento de un problema que provoca dolor a centenares de familias: la desaparición./Agencias-PUNTOporPUNTO