Las redes de tráfico de personas operan desde Centroamérica y siguen a Estados Unidos. Por tanto, todo México está infiltrado con estos grupos, advirtió Tonatiuh Guillén, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Hay trama en todo el país y se conecta con Estados Unidos y Centroamérica. Ante ello, nos hace falta un abordaje de Estado mucho más sólido y dar mayor relevancia a la investigación (criminal)”, comentó a La Jornada. Subrayó que las organizaciones delincuenciales representan una fuerte amenaza para los emigrados, especialmente en Tamaulipas (donde la semana pasada fueron secuestradas 19 personas).
La entidad, agregó, es peligrosa, compleja y problemática para las caravanas. Desafortunadamente, dijo, persiste la explotación de las personas en movilidad, a manos del crimen organizado./ LA JORNADA