Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Estado mexicano reconoció que “el país es una enorme fosa clandestina” que enfrenta una emergencia forense, con más de 26 mil restos sin ser identificados en los anfiteatros del país, e insuficientes especialistas en arqueología y antropología forense.
Frente a esa realidad, representantes de la sociedad civil exigieron la creación de un mecanismo forense extraordinario. Durante el 172 periodo de sesiones de la CIDH, que se celebra en Kingston, Jamaica, representantes del gobierno de México, organizaciones de la sociedad civil y colectivos de familiares de desaparecidos expusieron a los comisionados internacionales la crisis en la materia./ LA JORNADA