Nuestro país vivió en 2017 la época más sangrienta de su historia. Peor incluso que en los años de la guerra contra el narco, cuando se contaban los muertos por decenas. Esa es la conclusión que se deriva de los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, que cifra en 31,174 los homicidios en ese año, 6,615 más que en 2016 y mas del doble que hace ocho años. México alcanza así por primera vez los 25 asesinatos por cada 100,000 habitantes, con lo que se acerca a la tasa brasileña (29) -tradicionalmente muy superior a la del país norteamericano- y supera a Colombia (24). Entre las principales causas del aumento de la violencia está la decapitación de los principales carteles del país, que ha desatado una guerra por el control de las plazas donde se vende droga y ha fragmentado las bandas en grupos más pequeños./EL PAIS