“La reducción de jornada laboral es necesaria no sólo por una cuestión humana, sino por una cuestión económica”, dice Mario López Roldán, director del Centro de la OCDE en México para América Latina.
- En el último año, las personas en México destinaron en promedio 2,207 horas al trabajo, y con ello, se mantuvo a la cabeza como la economía de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con más tiempo dedicado a las actividades laborales.
“La reducción de jornada laboral es necesaria no sólo por una cuestión humana, sino por una cuestión económica”, dice Mario López Roldán, director del Centro de la OCDE en México para América Latina.
- En el último año, las personas en México destinaron en promedio 2,207 horas al trabajo, y con ello, se mantuvo a la cabeza como la economía de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con más tiempo dedicado a las actividades laborales.
- A la par de la ligera disminución de horas de trabajo, la productividad laboral tuvo un crecimiento de 1.4% a tasa anual, según los datos de la OCDE. Sin embargo, México tenía siete años consecutivos con cifras negativas, de acuerdo con los registros de la organización.
“Nuestra capacidad productiva está estrechamente vinculada con la falta de tiempo para reponer energía para los trabajadores, y otros factores”, apunta López Roldán.
El tiempo que destinan los mexicanos al trabajo genera una situación que desde la OCDE han denominado “pobreza de tiempo”; es decir, las horas que tienen libres las personas para actividades de ocio, de recreación y de cuidado personal. “En México tenemos un desequilibrio muy grande entre el tiempo dedicado a la vida personal y al trabajo”, afirma.
Los últimos datos disponibles de la organización indican que las personas en nuestro país disponen en promedio de 13.5 horas fuera del trabajo para el ocio y el cuidado personal, en ese tiempo se incluyen actividades como dormir y la alimentación.
“Además, en los centros urbanos del país tenemos un componente que no tienen la mayor parte de los países de la OCDE, un tiempo excesivo de traslado al trabajo. Para ingresar a las 8 de la mañana, hay personas que deben despertarse a las 4:30 de la mañana, y no descansan”, señala el directivo del organismo.
- Este es el aspecto humano sobre el (excesivo) tiempo de trabajo en México y la importancia de reducir la jornada laboral. Las horas dedicadas al descanso son escasas, y eso puede perjudicar la salud de las personas.
- De hecho, el último registro del organismo evidencia que el 16.7% de la población padece depresión y un 50% experimenta ansiedad. Estos niveles, opina Mario López Roldán, “de alguna manera está relacionado con la falta de descanso y las condiciones de trabajo”.
Tiempo de trabajo: el aspecto económico
El otro polo del tiempo de trabajo es el aspecto económico, concretamente el impacto que tiene el descanso en la productividad de las personas. Con pocas horas para reponer energías, la fuerza laboral del país enfrenta mayor complejidad para conservar niveles óptimos de desempeño en el trabajo.
“Cuando no tienes tiempo de descanso suficiente, tu nivel de productividad naturalmente será bajo por dos razones: una, por incentivo; dos, por falta de descanso. Es bastante simple la relación. Si tienes trabajadores bien descansados, bien pagados y capacitados, estarán más comprometidos, buscarán cómo beneficiar a la empresa, serán más creativos y todo esto redunda en una mayor productividad, cantidad no es calidad”.
- Desde la perspectiva de Mario López Roldán, hay una necesidad de informar mejor al sector empresarial, a los trabajadores y a los legisladores sobre el vínculo que tiene el derecho a tiempo de regeneración con el desempeño. “Si tomamos los datos de vacaciones y productividad de la OCDE, hay una coincidencia entre los países más productivos y los que tienen más vacaciones”.
Pasar mucho tiempo en el trabajo, subraya, no garantiza que una persona sea productiva, pero descansar sí. Por supuesto, hay otros factores que deben considerarse; es decir, una reducción de jornada laboral no detonará por si sola un mayor desempeño de la fuerza laboral, pero es un buen paso.
“La productividad también depende del nivel de salarios que se pagan, los incentivos financieros. La capacitación, la inversión en tecnología, la salud de las personas o el tiempo de traslado, todo eso influye mucho”, concluye./Agencias-PUNTOporPUNTO