¿Y dónde encontrarlas? ¿Y dónde buscarlas? ¿Qué hacer? Preguntas que no tienen respuesta cuando una niña o una mujer desaparecen. Son las preguntas que se hacen todos los días los familiares de Marina Carmen Reyes Cano, de 62 años de edad, y su nieta, Sofía Valentina Becerra Reyes, de 3 años de edad.
- Ambas salieron el pasado 3 de octubre del domicilio de unos parientes en el ejido de Tecámac, municipio del mismo nombre del estado de México, para dirigirse al estado de Guerrero. Desde entonces no se les ha vuelto a ver.
- Los familiares presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y ocurrió lo que regularmente ocurre en estos casos: les pidieron esperar tres días para ver si por sí mismas regresaban.
La desesperación se apoderó de los familiares. A los tres días, las autoridades solo les ofrecieron pegar carteles con las fotografías de las desaparecidas –ahora sí ya fueron consideradas como tales— en postes y lugares públicos, como algunas estaciones del Metro.
Los familiares actuaron por su parte y se dedicaron a postear en redes sociales las imágenes y a solicitar el apoyo de la comunidad para dar con el paradero de la abuela y la nieta, ante la pasividad oficial.
“Las queremos de vuelta y las queremos vivas”, claman sus familiares. ¡Basta, sí, basta¡ de que sigan desapareciendo mujeres sin que la autoridad haga nada por buscarlas, dicen.
La hija de Marina está desesperada, porque al mismo tiempo tiene en calidad de desaparecidas a su madre y a su hija. Tres generaciones unidas por una tragedia. Abuela y nieta desaparecidas y la hija, la de enmedio, desamparada por una autoridad que no se mueve y que no le dice nada.
En cambio, los que sí le han dicho algo y los que sí se le han acercado son vivales extorsionadores que le piden dinero a cambio de ayudarle a dar con el paradero de su madre y de su hija. Lucran con el dolor ajeno.
- Ella exclama: “quisiéramos saber que no estamos solas, que la sociedad no nos puede dejar solas, porque hoy son ellas, somos nosotras tres, pero mañana puede ser la hija de alguien más o la madre de alguien más, o su hermana o su tía”.
La Fiscalía mexiquense no le da esperanzas a la mujer que busca a su madre y a su hija, desaparecidas desde hace casi un mes.
Ella y el resto de sus parientes están desesperados y ya no saben a quién recurrir para conocer el paradero de la abuela Marina y la nieta Sofía Valentina./PUNTOporPUNTO