La estrategia que implementó la Secretaría de Educación Pública para que millones de alumnos puedan continuar sus estudios desde casa y concluir el ciclo escolar 2019-2020 ha sido cuestionada por la falta de acceso de miles de familias a la infraestructura necesaria para poder hacerla realidad
La formación educativa de los niños y jóvenes mexicanos está en juego. La pandemia de Covid-19 y las medidas para combatir el virus les impidió concluir el ciclo escolar 2019-2020 de manera presencial, por lo que desde el 23 de marzo dejaron de asistir a clases. Para solucionar el problema, el Gobierno federal, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), decidió implementar el programa a distancia “Aprende en Casa”, para que los alumnos y las alumnas pudieran seguir estudiando desde sus hogares y así finalizar su año de estudios.
- La estrategia dio inicio el 20 de abril pasado en más de 250 mil escuelas públicas y privadas de nivel básico, 18 mil de nivel medio superior y cuatro mil universidades, lo que permitió el regreso a clases de aproximadamente 30 millones de alumnos.
- Se estima que el programa esté en acción máximo hasta el 1 de junio, fecha en la que se espera que todos los estudiantes puedan regresar a sus escuelas de manera normal. En los lugares donde el riesgo por el Covid-19 sea menor, el retorno de los jóvenes podría darse a partir del 17 de mayo.
- “Quiero decirles a nuestras niñas y niños, a nuestros jóvenes, que todo en su escuela va a salir bien, que vamos a rescatar el ciclo escolar, que “Aprende en Casa” se trata de aprovechar mucho mejor el tiempo.
- “Al regresar, vamos a encontrar también apoyo para remediar rezagos. Centramos el eje del esfuerzo en el aprendizaje más que en la evaluación. El eje será aprender y compartir”, dijo durante la conferencia mañanera del día martes pasado el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán.
- Sin embargo, el optimismo por la estrategia de estudios a distancia implementada es un sentimiento que ni padres de familia ni maestros comparten.
- “La estrategia del gobierno demuestra que no entienden la realidad de este país, donde la mayoría de los estudiantes y sus familias viven en condiciones de pobreza y no tienen la solvencia económica para acceder a las herramientas y materiales que la SEP asegura les permitirá seguir con su formación a distancia”, acusa Nadia Ríos, maestra en la escuela pública Ana María Berlanga, ubicada en la Ciudad de México, y quien además es madre de dos hijas, una en sexto de primaria y la otra en segundo.
La maestra también comparte que después de haber tenido varias juntas con los padres de familia, muchos le han externado que no pueden estar pagando las impresiones o las copias de todos los ejercicios que les mandan, o que muchas veces ellos no tienen los conocimientos para dar los temas que los maestros piden enseñen a los estudiantes.
Con esto concuerda María del Pilar Rodríguez Montes, profesora de la escuela primaria pública María Lavalle Urbina, quien dice que la impartición de clases virtuales solo ha traído nuevos retos y desafíos.
“Este tipo de barreras rompen con el propósito que tienen los profesores. También nos hemos percatado de que esta medida baja la productividad y la retención de información”.
APRENDE EN CASA, CONTRASTE CON LA REALIDAD
A pesar de la opinión de las maestras entrevistadas por Reporte Índigo y de las cifras contenidas en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, el titular de la Secretaría de Educación Pública afirma que para la mayoría de los estudiantes basta con sus libros de texto gratuito y con que tengan servicio de televisión para poder tomar sus clases y aprender.
No obstante, la SEP también está apostando buena parte del aprendizaje de los alumnos en el Internet, tan es así, que la institución realizó un convenio con Google para utilizar la aplicación del salón virtual llamada “Classroom”.
“Todos los estudiantes, 10 de cada 10, tienen sus libros de texto gratuito que son el eje del aprendizaje para apoyar a nuestros estudiantes.
“Además, la inmensa mayoría de nuestros alumnos, nueve de cada 10, tienen televisión, ahí estamos aprendiendo a aprender, y la equidad, como es la norma de la Cuarta Transformación, nos permite utilizar esta herramienta como auxiliar por su amplia cobertura”, afirmó Moctezuma Barragán el pasado 21 de abril.
Pero la realidad no es tan sencilla como la plantean, asegura Nadia Ríos.
“Los libros de texto que según son los que deben servir como guía no están diseñados para que los alumnos aprendan en casa. Es un programa para reforzar lo que los maestros dan en clase. De hecho ni siquiera explican bien cómo llevar o impartir un tema, el libro es más bien un repaso.
“Esta semana que ya comenzó lo de “Aprende en Casa”, las maestras de mis hijas nos dicen que los alumnos tienen que hacer las actividades que ellos dejen más la que aparezcan en la televisión a través del Canal Once o TV UNAM.
“Es una locura, en el programa que transmiten en televisión se van super rápido, no da ni tiempo de copiar los ejercicios que ponen.
“Además de que abordar un tema completo en media hora no es suficiente, al final como papá siempre tienes que terminar usando el Internet porque los libros y el programa de televisión no son suficientes, y a esa herramienta pocos tienen acceso de manera real y continua”, narra.
La ENDUTIH 2019 revela que en México alrededor de 32.2 millones de hogares cuentan con al menos un televisor, lo cual representa el 92.5 por ciento del total en el país, mientras que el número de usuarios de Internet es de 80.6 millones de personas, quienes conforman el 70.1 por ciento de la población de seis años o más
Sin embargo, cuando se trata de comunidades rurales, el porcentaje de usuarios de Internet disminuye significativamente, pues únicamente el 47.7 por ciento de esta población tiene acceso a este servicio./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO