Salieron de noche. En silencio. Huyendo. Salvando sus vidas. Fueron 70 los que caminaron dos días. Recorrieron cerros, veredas hasta llegar a un lugar que no es el suyo y sin saber sí habrá retomo. Eran hombres, mujeres, ancianos, niños, pobladores de la comunidad de Tlaltempanapa, en el municipio de Zitlala, en la región centro. Tlaltempanapa es una comunidad con mil 500 pobladores, todos indígenas nahuas. Hasta hace 10 años su actividad económica era la misma que en todas las demás comunidades de la región: la siembra de maíz, frijol y calabaza. Comenzaron a sembrar marihuana y, últimamente, amapola, que se convirtió en el nuevo motor económico del pueblo y al mismo tiempo en su condena. La producción de marihuana y amapola tenía exclusividad: era vendida únicamente a Los Rojos./ EL UNIVERSAL