GOBIERNO de MÉXICO recortó de 12 MIL a 8 MIL MDP la DEUDA que tiene con la INDUSTRIA FARMACEUTICA extranjera

En medio de las negociaciones entre el gobierno federal y la industria farmacéutica para saldar el adeudo multimillonario que heredó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a la presidenta Claudia Sheinbaum, los laboratorios mexicanos parecen estar al final de las prioridades.

  • En las últimas semanas, el gobierno logró reducir de 12 mil millones a 8 mil millones de pesos la deuda que se arrastra desde 2022 con las empresas afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), organización integrada por 186 miembros, entre ellos gigantes como Pfizer, Sanofi, Novartis, Roche, Merk, GlaxoSmithKline y Johnson & Johnson.
  • Son alrededor de 4 mil millones de pesos los que ha logrado pagar el sector salud a los grandes laboratorios, lo que les permitirá tener mayor liquidez para producir los medicamentos que las autoridades sanitarias encargaron a contrarreloj para el periodo 2025-2026.

Sin embargo, en las negociaciones con la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), que agrupa a las 47 empresas de capital nacional —entre ellos Laboratorios Pisa, Liomont, Silanes y Sanfer— no ha habido una reducción a los mil 500 millones de pesos que quedó a deber el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y que heredó sus compromisos financieros a IMSS-Bienestar.

A diferencia de las grandes cadenas multinacionales, la mayoría de los laboratorios mexicanos son pequeñas empresas cuya subsistencia depende de los contratos con el gobierno. El adeudo de las autoridades federales con las firmas mexicanas pone en riesgo no sólo la producción de medicamentos que se puso en marcha a principios de año, sino la viabilidad financiera de los negocios.

El origen del adeudo que mantiene el gobierno mexicano con la industria farmacéutica se remonta a finales de 2018, cuando inició la administración del presidente López Obrador, quien ordenó profundas reformas para centralizar las compras de medicamentos, ante la presunta concentración del mercado en pocas manos.

  • Uno de los principales cambios fue la creación del Insabi, institución que se encargaría de la compra y distribución de medicamentos para toda la administración pública. Si bien estas medidas buscaban transparentar el proceso de adquisición, en la práctica provocaron una transición complicada, ya que se cancelaron contratos anteriores y se modificaron los procesos administrativos.
  • Para Rafael Gual Cosío, director general de Canifarma, los criterios para saldar los adeudos no dependen de la fuerza económica de las empresas o de su origen transnacional, sino, en primer lugar, de si tienen productos patentados.

Agregó que para solventar los adeudos también influye el fondo del que provengan los recursos públicos. Aquellos que tuvieron contratos con el Seguro Social o el ISSSTE están fluyendo más rápido que los que tienen que ver con el Insabi, donde hasta la fecha prevalece un caos administrativo.

A diferencia de lo que sostiene el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, quien asegura que la producción de medicamentos sigue en marcha, el ejecutivo de Canifarma reveló que la producción está detenida mientras se define el paso a seguir después de que se canceló la megalicitación de medicamentos para el periodo 2025-2026

“Ahorita estamos en un impasse, no te puedo decir qué contratos siguen en firme y cuáles se cancelan. Estamos en espera de que esto se resuelva. Tendrían primero que finiquitar los contratos existentes y después firmar adjudicaciones directas con los ganadores de la licitación. Las 175 claves que están en investigación tomarán otro curso, principalmente a través de ofertas subsecuentes de descuento”, explicó Gual.

  • Al preguntarle si está garantizado el abasto de medicamentos en México, Gual dijo que la situación es incierta. “Todo eso está en stand-by en este momento hasta que no concluya la investigación de estas 175 claves y se concluyan los contratos existentes. Ahorita lo que hay son órdenes de reposición, nada más. Esperamos que en mayo exista mayor claridad”.

Al respecto, Juan de Villafranca, presidente ejecutivo de la Amelaf, sostuvo que las más afectadas por los adeudos del gobierno federal son las empresas mexicanas.

“Algunos de los laboratorios mexicanos son pequeños y sí están viéndose muy afectados por el retraso, sobre todo en estas semanas que viene el tema de las entregas y se tiene que comprar materia prima y pagar turnos extras para sacar la producción”, planteó.

Respecto a las negociaciones que la Amelaf ha tenido con el subsecretario Eduardo Clark, Villafranca dijo que el funcionario les pidió cumplir con la producción y que se les pagarán los adeudos a la brevedad.

“Nosotros estamos actuando con gran responsabilidad, estamos entregando los medicamentos solicitados. No estamos condicionando nuestro trabajo, pero esperamos que IMSS-Bienestar y el ISSSTE nos paguen los adeudos que tienen pendientes”, exhortó.

Usuarios pagan factura

La organización Cero Desabasto, encargada de monitorear el suministro de medicamentos y el correcto surtimiento de recetas, alertó que los desequilibrios financieros en el sistema de compras sí repercute en la disponibilidad de fármacos.

  • “La acumulación de adeudos con farmacéuticas y proveedores no solo compromete futuras entregas: desincentiva la participación en licitaciones, limita la capacidad de producción y distribución, y aumenta la posibilidad de recurrir a mecanismos de excepción menos transparentes. Esta situación, sumada a la reciente anulación del proceso de compra consolidada 2025–2026, agudiza la incertidumbre sobre el abasto en todo el país”, dijo Frida Romay, coordinadora del colectivo.
  • “Los reportes ciudadanos que recibimos muestran interrupciones de tratamiento en hospitales públicos, falta de medicamentos crónicos y oncológicos, y demoras que afectan gravemente a niñas, niños, personas con enfermedades raras, pacientes oncológicos y derechohabientes de todo el sistema”, expuso.

Informó que en lo que va de 2025, el Colectivo Cero Desabasto ha recibido 406 reportes de desabasto por parte de profesionales de la salud, pacientes y sus familiares.

Los grupos de medicamentos más reportados son oncológicos, endocrinología y metabolismo, neurología, cardiología y psiquiatría. En abril los medicamentos más reportados son tacrolimus, ácido micofenólico, sacubitrilo valsartan, elosulfasa valsartan, rotigotina, y gemcitabina./Agencias-PUNTOporPUNTO

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