En la frontera sur de México las leyes no existen. Sólo se necesitan dos dólares y 10 minutos para entrar de forma ilegal a México desde Guatemala. Entonces, ya de este lado, todo es posible. Lo mismo se puede permanecer en Chiapas o adentrarse al territorio en automóvil, combi o autobús; vender o comprar drogas, ropa, mercancía importada o ganado irregular; además del tránsito descontrolado de migrantes procedentes de Centroamérica, el Caribe, la India y China, y con ellos los retenes del Ejército y del Instituto Nacional de Migración que deben vigilar, pero que ganan más al extorsionar a esos indocumentados. Ejecentral recorrió 785 kilómetros de la frontera, el 60% del total del borde sur mexicano, en donde hay un total de nueve puntos de acceso -ocho de ellos legales, pero que carecen hasta de lo indispensable-./EJE CENTRAL