Las empresas legales y las bandas delictivas podrían llegar a ser indistinguibles entre sí; algunos gobiernos actuarán como el crimen organizado y algunas organizaciones delictivas actuarán como gobiernos; la escasez de insumos será una de las consecuencias del cambio climático, y las redes criminales se adueñarán del suministro de alimentos, agua y productos básicos.
- Así pinta la nueva “época dorada” que vivirá la delincuencia transnacional en los próximos 15 años, de acuerdo con el informe “La quinta ola. El crimen organizado en 2040”.
Elaborado por la organización civil Iniciativa Global contra el Crimen Organizado, el análisis advierte que la delincuencia será “más omnipresente y poderosa que en la actualidad”, lo que obligará a países como México no a combatirla frontalmente, sino a limitar las elevadas oportunidades que tiene disponibles para hacer negocios.
- En este difuso panorama de 2040, el documento avizora que el mundo se dividirá entre los países que combaten el crimen organizado y los que buscan explotarlo y manipularlo con fines geopolíticos, entre los que se encuentran las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China.
- El ejemplo más claro de esta tendencia, según el estudio, es Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin “ha transformado el crimen organizado ruso de una amenaza para el Estado a un instrumento del arte de gobernar; las agencias de inteligencia rusas utilizan a los criminales como sicarios y asesinos, mientras que los cibercriminales están protegidos siempre que sus actividades estén dirigidas a objetivos externos, especialmente a los enemigos de Rusia”.
- China, país con quien México tiene lazos tanto positivos (comercio e inversión) como negativos (suministro de precursores para la producción de fentanilo), también presenta esta dualidad gubernamental-criminal.
“China es, en algunos aspectos, menos abierta y desde fines de 2023 ha tomado medidas drásticas contra el tráfico de fentanilo directamente a Estados Unidos. Sin embargo, las empresas chinas han seguido suministrando precursores químicos para el fentanilo y la metanfetamina a las organizaciones de narcotraficantes mexicanos”, destaca el informe.
- Coordinado por Phil Williams, investigador emérito de la Universidad de Pittsburgh, el documento subraya que el crimen organizado tendrá una cartera de productos y servicios en constante expansión en respuesta a las nuevas oportunidades impulsadas por la crisis global de gobernanza, el auge de nuevas tecnologías asociadas a la inteligencia artificial, el cambio climático y la competencia geopolítica.
“De hecho, es probable que el crimen organizado entre en una nueva ‘época dorada’ con el surgimiento de mercados de escasez resultantes de los impactos del cambio climático y los esfuerzos para combatirlo mediante energías renovables.
En los próximos 15 años se formará un círculo vicioso que redundará en beneficios para la delincuencia, al existir una “relación entre el estrés impulsado por el clima y la expansión del crimen organizado a nuevos mercados” y debido a que “los aumentos de precios resultantes de la escasez impulsada por el clima crean incentivos para que los grupos criminales capturen nuevos mercados”, incluidos los mercados legales.
Algunos ejemplos del pasado incluyen la infiltración criminal en la cadena de suministro de bienes legales como el queso en Honduras, el aguacate en México y el abulón en Sudáfrica.
“Este fenómeno se generalizará a medida que los suministros de agua y alimentos se vuelvan más tenues y los precios aumenten en consecuencia. Con la escasez continuada e intensificada por el cambio climático, los aumentos de precios persistirán. En suma, el crimen organizado será uno de los pocos beneficiarios de los mercados de escasez”, enfatiza el análisis de Iniciativa Global.
Ante el cúmulo de condiciones favorables para el empoderamiento de las redes criminales en todo el mundo para 2040, la investigación no duda en denominar que el planeta vivirá un “nirvana criminal”, que se combina con una “distopía democrática”.
- El informe es poco optimista sobre el margen de acción que tienen países cercados por el crimen organizado, como México, pero ofrece algunas ventanas de oportunidad para mitigar el impacto del crimen organizado en las personas y el planeta.
“Lo primero y más importante es transformar la forma en que pensamos sobre las organizaciones delictivas y centrarnos mucho menos en restringirlas y más en limitar las oportunidades que tienen disponibles. Uno de los temas clave de este análisis es que las oportunidades disponibles para el crimen organizado se expandirán enormemente para 2040. Inhibir o mitigar esta expansión requiere pensar de manera diferente sobre los dominios de las políticas, que ya no son compartimentos estancos separados”, expone.
- Para limitar estas sinergias, por ejemplo, es necesario tomar medidas para prevenir la explotación criminal de los procesos y las consecuencias del cambio climático. Una forma de hacerlo sería una iniciativa colectiva para orquestar un enfoque más permisivo pero ordenado de la migración irregular, al tiempo que se busca amortiguar el impacto del cambio climático como factor de empuje para la migración.
- En cuanto a las tecnologías emergentes, es esencial que las fuerzas del orden y los organismos de inteligencia adopten de manera temprana y generalizada la IA, la computación cuántica y otras innovaciones para desarrollar y mantener una ventaja competitiva frente a la explotación criminal de estas mismas tecnologías.
“Los organismos encargados de hacer cumplir la ley deberían centrar gran parte de su atención en los centros y supercentros criminales, con el objetivo de degradarlos, perturbarlos y desmantelarlos. También deberían trabajar para destruir la conectividad entre estos centros y reducir la centralidad de los vectores propios”, puntualiza.
Además, añade, es fundamental que, dadas las rivalidades geopolíticas y el uso de organizaciones criminales como intermediarios, los Estados que defienden las leyes y regulaciones tradicionales deben tratar de destacar los refugios seguros para los criminales, enfatizar su ilegitimidad y, cuando sea posible, imponer sanciones apropiadas y significativas./Agencias-PUNTOporPUNTO