El actual gobierno mexicano apostó por la creación de la Guardia Nacional y el uso de las Fuerzas Armadas para atender el problema de violencia e inseguridad en el país, lo que especialistas en la materia consideran es solo muestra la debilidad del Estado ante la problemática.
Lo anterior fue expuesto durante la mesa de análisis ‘Seguridad y crimen: más allá de hacer un balance, ¿qué estrategias podrían realmente funcionar?’, realizada este martes en el marco de la Cumbre de Negocios 2021.
- «(El uso) del Ejército pareciese un acto de fuerza, pero en realidad es una muestra de debilidad del Estado mexicano», planteó en su intervención Jaime Domingo López Buitrón, presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
- El también extitular del Cisen consideró que de aquí a cinco años podría verse un debilitamiento de las Fuerzas Armadas, lo que calificó de «gravísimo», pues las organizaciones criminales se van a sentir con la capacidad y el poder de retarlas.
«Estaremos viendo también un tema de debilitamiento del Ejército de aquí a cinco años… El Ejército, al que ahora le estamos apostando todo, va a sufrir las consecuencias de atender temas que le son ajenos», agregó.
Edna Jaime Treviño, directora de la asociación civil México Evalúa, señaló que las organizaciones criminales en México son capaces de cambiar sus actividades (de narcotráfico, a trata, a huachicol) porque hay una ausencia del Estado.
«Porque el Estado no está presente desde la parte punitiva, ni como proveedor de servicios básicos ni de esquemas que prevengan (la actividad delictiva). Es esta debilidad lo que está en el trasfondo de la seguridad pública… nuestro problema fundamental es la debilidad institucional y la ausencia del Estado en muchos aspectos», comentó la activista.
- Por su parte, Falko Ernst, analista de la organización civil internacional Crisis Group, manifestó que el uso de las Fuerzas Armadas es necesario en las localidades más vulnerables, pero enfatizó que este no es el único instrumento al que los gobiernos pueden recurrir.
«¿Cómo balanceamos la aplicación necesaria de la fuerza? donde tenemos población tan vulnerable que necesita la protección del gobierno. Tenemos un Estado de conflicto que hace necesaria la aplicación de la fuerza en algunos momentos, pero no es el único instrumento… Necesitamos combinar la fuerza con otras alternativas», expuso.
Fortalecimiento institucional y acciones localizadas
Edna Jaime y Falko Ernst aplaudieron que uno de los componentes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador sean los programas sociales, pero consideraron que esto no es suficiente para atender el problema de violencia, pues, explicaron, se requieren políticas de prevención.
«Es una idea muy atractiva poder ir a las causas del crimen y romper con los ciclos de carreras criminales violentas. El problema es que los programas sociales del presidente no están dirigidos para eso; no son programas de prevención del crimen y la violencia; la política de prevención se concibe de manera diferente, y en ese sentido no creo que vayamos a ver grandes resultados… Confundimos política social con políticas de prevención», lamentó Edna Jaime.
- La directora de México Evalúa indicó que se requiere partir de un diagnóstico local para identificar los factores de riesgo y diseñar instrumentos especiales para cada región.
- Asimismo, recordó que la presencia del Ejército en las calles no ha incentivado a la capacidad de las fuerzas policíacas ni ha solucionado el problema de la violencia. Y aún así, señaló, no hay un proyecto para construir corporaciones civiles capaces y confiables.
«Necesitamos capacidades civiles para resolver el problema de violencia e inseguridad. En otras administraciones se han arrancado proyectos, pero no sobreviven con los cambios de gobierno», dijo.
Falko Ernst comentó que se necesita una metodología, programas sociales con enfoque de prevención, alternativas económicas para las comunidades que padecen violencia e instrumentos legales, como la despenalización de la marihuana
«Lo que debería hacer el Estado mexicano, y la comunidad internacional en general, es desarrollar planes localizados para atender la violencia en las comunidades más afectadas», destacó.
- También abogó por la transparencia y rendición de cuentas, porque sin estos aspectos, explicó, las Fuerzas Armadas seguirán siendo una «caja negra» en la que haya espacio para el crimen organizado.
Mientras que López Buitrón refirió que el problema central de esta administración es que se tiene un «mal diagnóstico» y una «lectura sesgada» de la seguridad, la violencia y la impartición de justicia.
«(Las autoridades) están en una lectura sesgada, por ejemplo, (en su estrategia) no se menciona el desorden jurídico que abona a la inseguridad y tampoco tenemos inversión en el Poder Judicial ni en el carácter penal», indicó.
Por lo que coincidió en que si no hay un fortalecimiento de capacidades institucionales y se regresa a las corporaciones a sus perímetros, difícilmente se resolverá la situación de inseguridad y de violencia y, por el contrario, podría haber una participación directa por parte de Estados Unidos.
La jugada de EU
López Buitrón y Falko Ernst plantearon que el tema de seguridad en México no necesariamente será de interés o de competencia del virtual presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Para el directivo del CCE, más allá de Biden y de su equipo de gobierno, las agencias de investigación de EU tienen una impresión de que México es un «narcoestado fallido».
«El pronóstico que las agencias tienen de México es desfavorable y observan este deterioro (de seguridad). Es posible que vean acciones, eventualmente, más agresivas por su propio interés y no por el de México, y tomarán determinaciones… Si no se toman acciones, la jugada que sigue de parte de EU es, más que opinar, participar», enfatizó.
- De acuerdo con López Buitrón, a esto se suma una fractura en la relación de confianza entre las autoridades mexicanas y las estadounidenses —especialmente a partir de la detención del general Salvador Cienfuegos—, lo que tendrá resultados más negativos para México que para EU.
En este aspecto, Falko Ernst manifestó que México no debe esperar demasiado de la administración de Joe Biden, pues hay mucho que resolver en EU, y para ese país México todavía no es la prioridad de los conflictos exteriores.
- «La situación en México está siendo percibida desde afuera como una guerra latente, que no llama la atención como una situación especial o de urgencia», dijo Ernst, aunque consideró que con Biden puede haber mayores posibilidades de un diálogo.
- En el panorama nacional, Edna Jaime expresó que la seguridad pública nunca ha estado en el centro de la agenda y, por el contrario, los gobiernos se distraen con otros factores. Y el actual gobierno, acusó, tampoco tiene interés en el tema.
«Nos vamos siempre por falsos debates, no hay atajos a la necesaria tarea de fortalecer a las instituciones civiles, es algo que requiere mucho tiempo, y esta administración desdeña todavía más en el tema», dijo./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO