A Tlahuelilpan la desgracia le llegó entre llamas y un olor a gasolina que se sentía hasta los intestinos. La explosión de una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), el 18 de enero de 2019, dejó un saldo extenso: 137 víctimas mortales, 194 huérfanos, cientos de padres sin hijos y una economía inestable para los que hoy cuentan lo que pasó.
- Víctimas colaterales de la tragedia o no, en Tlahuelilpan y sus comunidades aledañas los vecinos coinciden en que la explosión cambió los ánimos y deterioró la economía de esa tierra. -La explosión genero cambios en el empleo y el entorno social, ya vamos para un año y esto no se ha mejorado en ningún aspecto.
Si estábamos marginados, ahora lo estamos más desde esa desgracia -platica don Alejo, cuidador del panteón municipal, donde fueron enterradas 52 víctimas de la explosión./EL UNVIERSAL-PUNTOporPUNTO