De 2009 a 2019 se abrieron 156 averiguaciones previas y carpetas de investigación por delitos sexuales cometidos por religiosos. Entre los señalados como presuntos agresores se encuentran sacerdotes, pastores e integrantes de diversas asociaciones de culto del país, pero sólo se reportaron seis sentencias.
El sacerdote Fernando “N” fue transferido a España e Italia, por ejemplo, tras ser acusado por violación de menores en escuelas de élite en México y sólo se le quitó el ministerio sacerdotal.
Por su parte, Gerardo “N” resultó transferido a cinco comunidades indígenas en Oaxaca después de ser acusado de abusar de al menos 50 niños, entre ellos varios monaguillos. En 2017, el clérigo fue sentenciado a 16 años por el delito de corrupción de menores.
- En una comunidad indígena de Oaxaca, uno de los cerca de 50 casos de violencia sexual presuntamente cometidos por el padre católico Gerardo “N” y detectados por un grupo de sacerdotes salió a la luz a principios del siglo XXI. Un traje de monaguillo develó la agresión sexual que sufrió Leonardo —nombre ficticio— cuando cursaba la primaria, y de la que no habló durante años.
- Uno de sus familiares narró que cuando fue a la parroquia a entregar la prenda que el niño usaba en misa, se enteró de que él podría estar dentro de las víctimas del religioso: “Hablé con el nuevo sacerdote y me preguntó por el niño. Le platiqué que intentó suicidarse, que tuvo unos cambios de comporta miento muy feos y raros. No dimos con lo que tenía… Así fue como nos platicó que hubo casos de pederastia”.
- Entre lágrimas, Leonardo confirmó los hechos. Su familia se sintió traicionada porque le tenía confianza al sacerdote, le abrió las puertas de su casa e incluso comió con él.
- Nadie lo consideró un riesgo porque se llevaba bien con los jóvenes: “En ese momento había un paro magisterial aquí en Oaxaca y no estaban yendo a clases, considerábamos que la iglesia era el mejor lugar”, recordó.
- Ocho estados castigan la pederastia A nivel federal y en Baja California, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero, Veracruz, Tabasco y en Sonora —que, aunque no lo nombra así, lo reproduce del Código Penal Federal— se contempla la pederastia como un delito.
- En el resto del país es considerado un agravante de la pena en algunos delitos de violación, abuso, acoso y hostigamiento sexual, cuando es cometido por una persona que sostiene un vínculo religioso con la víctima, aunque en seis entidades esta relación no se contempla textual, arrojó un análisis de los 32 códigos penales y el federal.
- Existen 156 averiguaciones previas y carpetas de investigación por dichos delitos sexuales agravados, pederastia, corrupción de menores y atentados contra el pudor, que pueden contener una o varias víctimas mayores y/o menores de edad de 2009 a 2019.
- De los expedientes, 152 son del fuero estatal y cuatro del federal, indican da tos de las fiscalías y procuradurías estatales, así como de la Fiscalía General de la República (FGR), obtenidos vía transparencia por EL UNIVERSAL.
- Entre los señalados como presuntos agresores sexuales se encuentran sacerdotes, pastores, maestros de catecismo, músicos de las iglesias e integrantes de diversas asociaciones religiosas.
- En entrevista, Alfonso Miranda Guardiola, secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo auxiliar de Monterrey, dijo que “los sacerdotes o clérigos que han sido notificados al Ministerio Público en el caso de la CEM son 106”.
- Sin embargo, a principios de este año indicó en una conferencia que la cifra ascendía a 271 investigados. Se le buscó nuevamente para hablar de la discrepancia, pero no se obtuvo respuesta.
En cuanto a la colaboración de la Iglesia en estos casos, Alberto Athié, exsacerdote y activista por los derechos de las víctimas de abuso sexual, explicó que ésta siempre argumenta: “Sí voy a contribuir para ver qué hacemos, pero no te voy a decir los nombres, quiénes son, dónde están, qué penas están purgando, qué Ministerio Público les está llevando el asunto. Es más, quieres tú saber de un caso, vete a la diócesis y pregunta allá. Si ellos quieren decirte de quién se trata, ellos verán”.
Cuatro fiscalías y procuradurías indicaron que tienen registro de seis sentencias por los delitos analizados para este reportaje.
“Tenemos un sistema judicial que no es confiable, políticos en general que no quieren tener broncas y así sucesivamente. Entonces, en ese sentido, las víctimas están totalmente desprotegidas”, señaló Elio Masferrer Kan, antropólogo de las religiones./EL UNIVERSAL-PUNTOporPUNTO