El ministro de Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, eleva el tono con el que se dirige a Irán en las últimas horas. La respuesta del Gobierno británico, si el régimen de Teherán no libera el petrolero Stena Impero, capturado el viernes, será “calculada pero contundente”, ha dicho.
Hunt había descartado en una primera reacción el uso de la fuerza militar. Las autoridades iraníes, ha advertido el canciller británico, “han escogido el camino peligroso de un comportamiento ilegal y desestabilizador” de la región.
Además, el Ejecutivo de Theresa May ha aconsejado a todos los buques mercantes que navegan con bandera británica que eviten el estrecho de Ormuz. El Gobierno británico ha llamado a consultas al representante diplomático más elevado que Teherán tiene en Londres, su encargado de negocios, para expresar por la vía formal la queja que el propio Hunt ha transmitido a las autoridades iraníes./ EL PAÍS