Tras la detención y extradición de Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada se confirmó como el jefe máximo del cártel de Sinaloa. Con él negocian los líderes de otros grupos que antes formaron parte de la organización, pero su método siempre ha sido la discreción y la lealtad, aunque con los sucesores de Amado Carrillo la lucha sigue en Ciudad Juárez, y con el cártel Jalisco hay respeto, señalan mandos de la PGR y la PF. Luego de los primeros días del juicio a Guzmán Loera, mandos federales aseguran que en la organización parece existir tranquilidad, sin embargo, señalaron, “la paz entre los líderes dependerá qué tan profundas sean las pruebas que se aporten y que rompan los vínculos que existen entre ellos y que pongan en evidencia sus redes y conexiones en México y Colombia, que tantos años les han permitido sostener su flujo de drogas hacia Estados Unidos y expandir sus zonas de distribución en territorio nacional”./LA JORNADA
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